El relojero escribe poesía moderna.
El humo y la sangre no pueden ocultar su belleza
El viejo relojero está reparando el reloj en el taller.
La mano gotea desde hace mucho tiempo
Los alemanes pusieron una trampa mortal en la iglesia.
Los guerrilleros en prisión quedarán atrapados en la línea de fuego.
Los jóvenes soldados morirán.
Nadie te ve, y de repente tu corazón se llena de tristeza.
Te pones tranquilamente ese bonito traje que normalmente no quieres ponerte.
Parecías tan tranquila en ese momento.
Te ajustas la corbata frente al espejo.
Sonriendo y metiéndose la pistola en el bolsillo.
El cielo al lado de la iglesia es azul y las calles son tranquilas y refrescantes.
Sólo tú escuchas el suave canto de la diosa de la muerte.
Dijiste que viniste a verme.
Parecías decidido y tenías ojos tranquilos. Frente al oficial ocupante, sacaste tu arma.
Caíste con gracia bajo los disparos.
Aún te ves tan tranquilo.
El sonido ensordecedor de los disparos se extendió por todas partes.
En un instante, las campanas de la iglesia repicaron solemne y fuerte.
Escuchamos la sonrisa de Dios en las nubes.
Vemos bandadas de palomas volando como símbolo de paz.
Como una nube floreciente
Volando libremente bajo el cielo azul
El pastel no caerá del cielo.
La democracia y la libertad no surgen de la nada.
Si las flores de la igualdad y la libertad de los pueblos han de ser regadas con sangre
¡Entonces déjame ir al frente y guiarte hacia adelante!
Donde caiga
Habrá palomas volando
Donde duerma.
Se puede escuchar el canto de la Estatua de la Libertad.
El árbol de la paz llega hasta el cielo.
Nuestros niños corren libres.
Mi alma seguirá en la hermosa meseta
Mi expresión sigue siendo tan pacífica.
Muchos años después, la gente pasó por mi tumba
Sin flores, sin aplausos
Quizás alguien pueda recordarlo.
Aquí está enterrado un viejo relojero.