Escribe un poema antiguo sobre la lluvia en verano.
Chu Qing después de Xia Yu. En la tarde de verano, el sol es como el fuego y la tierra es como un horno, que humea y hornea todo. De repente, el cielo se nubló y sopló una brisa fresca con olor a lluvia. La lluvia llega, como un torrente, como una aguja de plata enhebrando un hilo, densamente apretada. La tierra se cubrió instantáneamente de lluvia, eliminando el calor del verano y trayendo frescor. El estanque de lotos bajo la lluvia tiene hojas verdes como el jade y pétalos como el satén, bailando con el viento.
El melodioso sonido de las ranas y los altibajos del chirrido de las cigarras son la música del verano y el canto de la naturaleza. Después de la lluvia, los campos están verdes, el arroz es como oro y las olas del trigo ruedan. El granjero sonrió y la vaca estaba feliz. Esto era señal de cosecha y símbolo de esperanza. La lluvia de verano, tan voluble y apasionada, aporta frescor y vitalidad. Pintoresco y onírico, la gente se sumerge en este hermoso momento.
Después de la lluvia de verano, un arco iris cuelga en el cielo y el aire fresco se llena de la dulzura de la naturaleza. Los árboles verdes y la hierba, bañados por el agua de lluvia, parecen cantar, mostrando al mundo el encanto de la naturaleza. La superficie del estanque ondula con una luz dorada y las gotas de agua que se mueven sobre las hojas de loto brillan con la gloria del verano. Las mariposas bailan entre las flores. Estaban celebrando y cantando.
Después de la lluvia de verano, todo es tan tranquilo y hermoso que todo queda inmerso en esta belleza. Esto es una liberación, es una especie de disfrute, este es el himno de la naturaleza a la vida. La gente sale de sus casas y siente el aire fresco. Los niños jugaban y los adultos caminaban y charlaban. Este tipo de armonía y tranquilidad hace que la gente se sienta feliz. Es un regalo de la naturaleza y de la belleza de la vida.
"Chu Qing" es un poema conmovedor después de la lluvia de verano, que describe la magnificencia y la belleza de la naturaleza. Nos hace sentir la vitalidad y el poder de la vida, nos hace valorar cada momento y nos hace amar el mundo. Después de las lluvias de verano, las noches se vuelven especialmente tranquilas y sopla la brisa que trae frescor y comodidad.
La luz de la luna llena la tierra, iluminando cada rincón y salpicando el pintoresco paisaje. En los campos, por la noche, las ranas croaban melodiosamente y las canciones se desbordaban. Estaban celebrando y cantando. El pueblo es tranquilo y pacífico bajo la luz de la luna, y la gente está inmersa en esta hermosa noche.