Experiencia de entrenamiento militar 1000 palabras
Desde la escuela primaria hasta la universidad, viví tres entrenamientos militares. Éste fue el más largo y el de mayor impacto. ¿Por qué dices eso? Porque, aunque este entrenamiento militar duró nueve días, me temo que me enseñó no sólo el entrenamiento militar de estar firme y tomar un descanso, sino también el bautismo de mi voluntad y el bautismo de mi espíritu.
En este entrenamiento militar, experimenté cosas que no había experimentado antes. Por ejemplo, el impulso de los soldados y el ritmo pulcro de los instructores me recordaron a los miles de soldados y centinelas que defienden la patria en las zonas fronterizas. Son ellos los que no temen al viento, a la lluvia, al sol y al trabajo día tras día, lo que nos hace felices ahora. Con estos pensamientos, nuestra cabeza se elevará más y nuestro pecho estará más recto.
En el entrenamiento militar, lo más doloroso y agotador para los estudiantes es estar de pie en una postura militar. Cuando el sol estaba en lo más alto, mantuvimos la cabeza en alto, miramos al frente y nos quedamos quietos como un árbol derecho durante 20 minutos. Bajo la mirada del instructor, era difícil moverse ni siquiera un centímetro. Justo cuando estábamos a punto de perder el control, el instructor dijo algo que me sorprendió. Dijo que lo que más les gustaba era estar en el ejército. Se sorprendió, nos dijo, porque para ellos era más fácil permanecer en postura militar cuando eran soldados. Sí, los oficiales son así. ¿Por qué no podemos aprender de ellos? ¿Por qué no aceptar la postura militar y cambiarla por una expresión de disfrute?
Durante el entrenamiento militar, también experimenté el poder de la unidad. Escucha, la canción militar es muy bonita y dulce. Verá, los pasos heroicos y prolijos, junto con el fuerte eslogan "121", son muy agradables a la vista e inspiradores. Este es el poder de la unidad, que me permitió perseverar en el entrenamiento y me enseñó un sentido de honor colectivo.
En el entrenamiento militar, aunque las acciones simples se repiten muchas veces, este proceso repetitivo afila nuestra voluntad y nos enseña a persistir. En el tan esperado encuentro deportivo, vi las expresiones de satisfacción y aprobación del coronel en la tribuna y escuché el feroz aplauso de los estudiantes. Ese estado de ánimo y ese sentimiento realmente pueden describirse como maravillosos.
El entrenamiento militar terminó sin saberlo. Aunque fueron sólo nueve días insignificantes, aprendí mucho y dejé una impresión imborrable en mí. Aquí tengo que mencionar a un compañero de nuestra empresa, porque me contagió su actitud optimista y me hizo persistir durante tantos días. Él es mi compañero de clase Xu Jianhua que está a mi lado. Es una persona verdaderamente discapacitada físicamente. Podría haber escapado del entrenamiento militar, pero podría haber persistido hasta el último día del entrenamiento militar. El instructor le pidió que descansara y él sonrió y dijo: "Instructor, está bien". Está discapacitado, pero su perseverancia, tranquilidad y optimismo me contagiaron profundamente. Aquí le agradezco de todo corazón que me haya dado tantos sentimientos y confianza.
Finalmente, en resumen, el entrenamiento militar no sólo nos ayuda a aprender a confiar en nosotros mismos y a respetarnos a nosotros mismos, sino que también nos ayuda a comprender la unidad y establecer un sentido de honor colectivo. Lo más importante es que en el entrenamiento militar sepamos cómo comportarnos y en qué tipo de personas convertirnos. Se llama "Yo entreno, para crecer".
Creo que una vez finalizado el entrenamiento militar, avanzaremos hacia un mañana mejor con pasos firmes y una sonrisa de confianza.