Poemas sobre la nieve

Está nevando. Aunque tengo miedo del frío invierno, me gusta mucho la nieve. Me di vuelta en la nieve con gran emoción y estiré con cuidado mis manos para recibir los pétalos blancos que caían. Mi ropa, sombrero y bufanda eran todos blancos, y mi compañero me metió de mala gana en el paraguas. Tuve que escuchar en silencio el sonido de los copos de nieve cayendo sobre el paraguas, tan suave y conmovedor, como una madre cuidando a su bebé y susurrando al oído de su amante. Como resultado, el mundo entero es como una trampa suave que embriaga a las personas de manera inconsciente y profunda.

Rara vez nieva tanto en mi ciudad natal. Decorado con copos de nieve durante una tarde, el mundo entero es impecablemente puro. Creo que esos ojos blancos me sorprendieron. No pude evitar tararear "Snowman" y me moví.