Poemas de Bing Xin, poemas sobre el amor maternal
Barco de papel - A la madre: Nunca me niego a tirar un trozo de papel. Siempre lo guardé: lo guardé, lo doblé hasta formar un bote y lo arrojé por la borda. Algunos fueron arrastrados hacia las ventanas del barco por el viento, y otros fueron mojados por las olas y pegados a la proa del barco. Todavía los apilo todos los días sin rendirme, siempre esperando que uno de ellos fluya hacia donde quiero que vaya.
Mamá, si ves en tu sueño un barquito blanco, no te sorprendas si sueña sin motivo alguno. Esta es tu amada hija con lágrimas en los ojos. Miles de ríos y montañas, pídanle que se lleve su amor y su dolor a casa. 27 de agosto de 1923
Después de la lluvia: ¡las verdes copas de los árboles brillaron con una luz dorada y la plaza se convirtió en un océano! Un grupo de niños descalzos estaban felices como dioses en el agua. El hermano pequeño pisó el agua con fuerza y el agua salpicó muy alto. Gritó: "¡Hermana, tenga cuidado, está resbaladizo!" ¡Dijo y se escapó!
Se dio unas palmaditas en los pantalones mojados y dijo: "¡Mierda, mierda!" Pero su rostro rojo y radiante exudaba emoción y orgullo. La joven sacó dos trenzas cortas y la siguió de cerca detrás de sus pantalones embarrados. Se mordió el labio, se levantó la falda y corrió suave y cuidadosamente, ¡pero esperaba tener un otoño tan bueno!
Noche: luminosa. Paraíso: las flores florecen y caen, los pájaros cantan alegremente, la primavera de la vida fluye gorgoteando, el sol se pone lentamente, reflejando el resplandor: ¿le estás dando la mano a todas las cosas? ¿Es una canción de despedida? Sopló una brisa fresca.
Entre luces y sombras, el mismo Creador del universo caminaba lentamente por el jardín. ¡Caballero! ¿Los creaste para alabarte? Sí, alabadle, alabadle. Él está en el pasado, presente y por siempre. Amén.