Esfuércese por crear materiales de composición más valiosos
Si una persona no tiene educación, puede compensarla; si no tiene habilidades, puede aprenderla. Como empleado común y corriente, si está satisfecho con el "nivel" original y no mejora su propio valor, siempre será una persona común y corriente.
La clave para mejorar continuamente tu propio valor es no ponerte límites. Este "límite" no sólo se refiere a la altura que crees que puedes hacer, sino también al ancho que puedes hacer. En el proceso de mejorar su propio valor, no tiene que preocuparse de si su jefe lo nota o si le pagarán por las cosas adicionales que haga. Si puedes alcanzar este estado, tu valor último debe determinar tu "identidad" irremplazable.
Una vez, un jefe contrató a una chica como asistente para abrir, leer y clasificar cartas para él. Un día, el jefe le dictó un lema a la niña: "El único límite que tienes es el que te pones en tu propia mente".
Este lema dejó una profunda huella en la mente de la niña. A partir de ese día, empezó a regresar a la oficina después de cenar para seguir trabajando, realizando algunas tareas que no formaban parte de su trabajo sin remuneración, como responder cartas a los clientes para su jefe.
Estudió cuidadosamente el estilo de lenguaje de las personas exitosas y trabajó duro para que estas respuestas fueran tan buenas o incluso mejores que las respuestas de su propio jefe. Continuó haciéndolo, sin importarle si su jefe notaba sus esfuerzos. Finalmente, un día, la secretaria del jefe renunció por alguna razón. Al seleccionar un candidato adecuado, el jefe naturalmente pensó en esta chica.
Antes de conseguir este puesto, ya estás en él. Esta es la razón más importante por la que las chicas ascienden. Cuando sonó la campana, todavía se mantuvo en su puesto y entrenó duro sin ninguna promesa de remuneración, hasta que finalmente se calificó para aceptar un puesto más alto.
La historia no termina ahí. La habilidad de esta joven es tan sobresaliente que ha llamado la atención de más personas, y otras empresas le han ofrecido mejores puestos y la han invitado a unirse. Para retenerla, su jefe aumentó su salario muchas veces. En comparación con cuando trabajó por primera vez como taquígrafa ordinaria, su salario ya era cuatro veces mayor. No es sorprendente que esta serie de cosas afortunadas les sucedan a las niñas, simplemente porque las niñas pueden mejorar continuamente su autoestima y volverse irremplazables.