Una carta de agradecimiento al profesor de la clase de matemáticas.
Hola, todos los días sales temprano y vuelves tarde, trabajando con diligencia y responsabilidad. ¡Qué desinteresado y grande eres! Estudias solo casi todas las noches para resolver problemas de nuestros compañeros. Está trabajando duro por nuestro futuro, tomándose el tiempo de su apretada agenda para recopilar información sobre escuelas famosas en línea y compartirla con nosotros. Cada vez que un estudiante viola las reglas de la escuela, en lugar de darse por vencido, le habla de manera seria y reflexiva. Cada vez que el clima cambia repentinamente, usted desempeña el papel de padre, preocupándose por nuestra comida, ropa, vivienda y transporte, y pidiéndonos que prestemos atención a nuestra salud. ¿Pero sabes qué? Como tu estudiante, cuánto me preocupo por tu salud. Maestro, por favor cuídenos. No sois nuestros padres, pero sois mejores que nuestros padres. Trabajaste duro para corregir nuestra tarea y guiarnos por el camino brillante.
Eres una gran persona. Realmente, entre miles de profesiones, eliges un "maestro" y trabajas duro para educar a estos niños ignorantes. Eres mi profesora de clase y la primera persona que admiro en mi vida. Tú, mi amado maestro, estás relacionado con el crecimiento de las mentes amplias de nuestros estudiantes. Al menos nos enseñaste e infundiste amor en nuestros corazones y nos enseñaste cómo comportarnos. Utilizas tus palabras y hechos diarios para guiarnos sutilmente por el camino hacia el éxito. Como persona que ha sido atendida por los profesores, ¡siempre te respetaré!
"Ven con corazón, sin hierba." ¿No es este un retrato fiel de ti? ! Eres un divulgador de conocimientos y un ingeniero del alma humana. Tu noble personalidad ilumina nuestros corazones puros. Cada vez que veo tu cabello plateado, me siento muy amargado. En secreto tomé una decisión: debo aprender bien matemáticas. Los problemas son como obstáculos. Si muestras miedo delante de ellos, se verán satisfechos y sonreirán. Debemos afrontar el desafío, izar la vela de la confianza y avanzar con firmeza en el océano lleno de competencia y fuerza.
Maestro, mis sentimientos por ti son como una secuencia aritmética infinitamente creciente; mis pensamientos por ti son como un rayo de luz: ¡sólo un punto de partida y no tienen fin! Si mi gratitud hacia ti es Y y el tiempo es X, ¡qué difícil es para y=10x!
Esperanza:
El mundo se llenará de melocotones y ciruelas, y pronto nacerá un precioso hijo.