Éxodo 40: La nube persistente.
Éxodo Capítulo 40.
Escritura:
Cada vez que la nube subía del tabernáculo, los israelitas se acercaban hacia la nube. Si no se han recogido las nubes, no comenzarán hasta que se recojan las nubes. (Éxodo 40:36-37)
Palabras clave:
No te vayas...
Experiencia:
Vivir en las personas En la sociedad moderna pasan sus días con diversas prisas, como si la vida sólo tuviera sentido si sigue avanzando. Lo que tienes frente a ti parece ser sólo lucha. ¡Solo en la distancia puede haber poesía y sueños! Entonces, en la carrera interminable, nuestros cuerpos están cansados, nuestros corazones están entumecidos, nuestros sentimientos hacia los demás se han vuelto indiferentes y nuestra fe en Dios se ha vuelto cada vez más fría.
Salir de Egipto es sólo el primer paso de un largo viaje de miles de kilómetros. La hermosa Canaán, la tierra prometida que fluye leche y miel, aún está por llegar. Sin embargo, Dios, que guiaba al pueblo de Israel, no parecía tener prisa. No corrió a Canaán con su pueblo de una sola vez, sino que permaneció en las nubes para controlar su progreso. En el desierto, no había hermosos paisajes para disfrutar a lo largo del camino, pero había muchas lecciones que los israelitas podían aprender en el desierto, ¡y la presencia personal de Dios era una firme garantía!
Reflexiona sobre tu vida diaria, ¿puedes también olvidar la existencia de Dios en las constantes prisas? A veces siento que el viaje de la vida ha estado estancado durante mucho tiempo, lo que me enoja, me enoja e incluso me llena de resentimiento hacia las personas y hacia Dios. ¡Arrepiéntete, arrepiéntete! Dios nunca me prometió avanzar todos los días, pero prometió estar conmigo todos los días. Bebe una taza de té, tararea un poema que te guste, cierra los ojos y mira las nubes en tu corazón. ¡Qué bueno tener al Señor contigo!
Oración:
Señor, que guías mi vida, cuando estoy preocupado por la falta de progreso en mi plan de vida, por favor ven a consolarme personalmente, libérame y déjame sé que todavía estás conmigo. ¡Amén!