¿Cuáles son los poemas infantiles de Bing Xin?
¡Mamá!
Se acerca la tormenta, y el pájaro se esconde en su nido;
Se acerca la tormenta en mi corazón, y sólo puedo esconderme en tus brazos.
2. Barco de papel
-Enviar a mamá
Nunca tiro un trozo de papel. Lo he guardado... lo he guardado.
Doblarlo formando un barco y tirarlo al mar.
Algunas fueron arrastradas por el viento hacia las ventanas del barco,
Algunas fueron mojadas por las olas y quedaron pegadas a la proa del barco.
Aún no me desanimo, siempre espero que algo sólo pueda fluir hacia donde yo quiero que vaya.
Mamá, si ves en tu sueño un barquito blanco, no te sorprendas que soñará sin motivo alguno.
Esta es tu amada hija con lágrimas en los ojos. Miles de ríos y montañas suplicando que trajera su amor y su dolor a casa.
Ocho, veintisiete, barco del Pacífico de 1923.
3. Reseña
Tres niños muy pequeños estaban sentados en fila junto al árbol.
Uno se mira con una sonrisa, y el otro aplaude y canta.
Los dos también aplaudieron y cantaron rápidamente, y luego se detuvieron.
Aún sonreían y se esperaban el uno al otro.
Las calles estaban polvorientas y llenas de gente. con peatones.
Crearon su propio mundo natural, solo tres niños normales y corrientes.
Pero me valió tres reseñas.
4. Lindo
A excepción del universo, los hijos únicos son los más lindos.
No tienes que pensar en hablar con él y no tienes que ser reservado.
Levanta la cabeza para bromear, baja la cabeza para ir a buscar agua.
Deberías pensarlo, o pensarlo un rato;
Donkey Back Mountain, debajo de la puerta de la montaña, cuando miro hacia atrás.
Siempre animada y sonriente.
5. Después de la lluvia
¡Las copas verdes de los árboles brillaron con una luz dorada y la plaza se convirtió en un océano!
Un grupo de niños descalzos estaban felices como dioses en el agua.
Mi hermano pequeño pisó el agua con fuerza y el agua salpicó muy alto.
Gritó: "¡Hermana, tenga cuidado, está resbaladizo!". ¡Se escapó mientras hablaba!
Se dio unas palmaditas en los pantalones mojados y dijo: "¡Mierda, mierda!".
Pero su rostro sonrojado y radiante exudaba emoción y orgullo.
La joven sacó sus dos trenzas cortas y la siguió de cerca detrás de sus pantalones embarrados.
Se mordió el labio y se levantó la falda.
Corre con cuidado y cuidado, pero en tu corazón tienes esperanza para ti mismo.
¡Qué otoño más bonito!