Cómo escribir 50 frases al final de un ensayo inspirador
La docencia es una profesión sagrada en el mundo. La gente dice que los profesores son como velas: se queman a sí mismos e iluminan a los demás. En efecto, para nuestro crecimiento, los docentes son los comunicadores de la cultura, llevándonos a nadar en el océano del conocimiento; los docentes son los líderes de nuestro crecimiento, enseñándonos cómo comportarnos y hacer las cosas; los docentes son nuestros amigos, respetuosos, comprensivos y; preocuparnos por nuestro Crecimiento; los maestros son nuestros modelos a seguir, y sus palabras y acciones nos beneficiarán de por vida...
El amor de los maestros es invisible e intangible. Como muchos padres, tienen el corazón de "querer que sus hijos triunfen y sus hijas triunfen", pero este tipo de amor alimenta el corazón de los estudiantes. Los profesores dedican sus vidas a su querida carrera docente en la oscuridad. Quiero agradecer a los profesores por todo lo que han hecho por nosotros.
Maestros, gracias, gracias por irrigar nuestra sed con vuestro sudor en el podio durante seis años; esparcir el sol del amor con vuestra voz cantante y calmar nuestras almas errantes con vuestras suaves manos; Gracias por quemarte como una vela e iluminarnos durante seis años; matarte como una tiza y contarnos el conocimiento erguido como un mástil y llevarnos al otro lado; Gracias por usar la tiza como remo y los pensamientos como velas para guiar este barco lleno de esperanza y expectación, evitar los mismos problemas que las rocas y llegar al palacio del conocimiento.
El viento arrastra una hoja caída, llevando en nuestro corazón la misma frase: ¡Gracias maestro!