Escribe una carta de 500 palabras a tu profesor.
¡Hola!
El tiempo vuela, y en un abrir y cerrar de ojos, hemos entrado en quinto grado. En esta fructífera y dorada temporada de otoño, damos la bienvenida al XXI Día del Maestro con la embriagadora fragancia de las flores.
Cuando entramos por la puerta de la Escuela Primaria Experimental, vimos tu cara amable. Fuiste tú quien nos guió a aprender la suma, la resta, la multiplicación y la división. Eres tú quien nos guió hacia la puerta del conocimiento y nos diste la llave de oro para abrir el tesoro del conocimiento. Trabajemos duro, descubramos y exploremos. Quizás en algún momento nuestras palabras infantiles te hayan herido, pero aún nos consideras tus hijos traviesos.
Sin sol no habría flores, sin maestros no habría poetas, escritores y escritoras, ¡y no existiría la mundialmente famosa conjetura de Goldbach!
¿Cuántas veces te hemos visto corregir minuciosamente tus deberes? Lo estás mirando con atención, línea por línea, página por página. No querrás irte después de leerlo, porque sabes que son las alas y las pisadas de un niño. Cuando te veamos, queremos darte una taza de té fresco y decirte: ¡Maestro, has trabajado duro! Algunas personas dicen que los profesores son jardineros que cultivan generaciones de talentos. Creo que esto es cierto. Eres el jardinero. ¡Somos plántulas en primavera, tu sudor está en las fuertes hojas verdes y tu sonrisa en las flores brillantes! No importa lo ocupado o cansado que estés, siempre apareces frente a nosotros lleno de energía y nos enseñas conocimientos. Cuánto esfuerzo has puesto en nuestro crecimiento y cuántas noches hermosas has sacrificado. Las arrugas de tu frente están grabadas con un amor incontable; las canas de tus sienes registran años de arduo trabajo. Así como no olvidaremos a los padres que nos criaron, tampoco te olvidaremos a ti, nuestro primer maestro.
Escribiendo esto queremos decirte maestro, ¡siempre serás el ángel en nuestros corazones!
Maestro, estamos aquí para desearle: ¡felices fiestas, buena salud, siempre joven y lleno de melocotones y ciruelas!
Por la presente transmito
bienvenida
la sinceridad de toda la clase.
10 de septiembre de 2005