Espada afilada Poesía moderna
La espada afilada en mi cabeza,
Me cortaste la espalda otra vez,
Cuando te alejaste, ¿pudiste ver mi sangre salpicando?
Soporté aturdido las cicatrices profundas o superficiales que dejaste en mi espalda una y otra vez.
Me quedé mirando fijamente las heridas sangrando y las cicatrices, y las cicatrices sangrando.
Mi sentencia será larga,
Tu tortura será larga.
¡Querida gente!
Si me das unos días de felicidad efímera,
quieres salvarme de la cárcel,
Ese es mi engaño.
Mi condena es larga e irreversible.
Si todavía tengo lágrimas,
Es porque mi corazón aún lo espera,
Si todavía puedo llorar,
Esa es sólo mi fantasía.
¡Querida gente!
Si todavía puedo rogar por calor,
Por favor, dame un abrazo,
Si todavía puedo rogar por libertad,
Por favor dame un abrazo. Tengo un poco de amor,
Mi corazón se ha enfriado en esta jaula.
¡Qué destino! ¡Te maldigo! ¿Por qué darme una vida así?
¡Vida! ¡Te desprecio! ¿Por qué me han encarcelado?
Querida gente, ¡por favor acepten mi alma solitaria por el momento!
No dejes que sienta pena por mí
Esta es la amarga consecuencia que debo soportar.
No me preguntes por qué,
Esta es mi vida.