Un ensayo sobre juegos deportivos.
Por fin comenzó el encuentro deportivo. La breve ceremonia de apertura y la competición apasionante, feroz y tensa me dejaron una profunda impresión.
Lo que más me impresionó fue la carrera de relevos 20×50, porque yo también participé en esta prueba. El juego comenzó y sólo se escuchó un disparo. La primera estudiante, Luo Lu, salió corriendo como una flecha de una cuerda. Le pasó con precisión el palo al siguiente compañero de clase, Liu Jiameng, quien a su vez se lo pasó al siguiente compañero de clase. En ese momento, habíamos pasado el segundo turno. Aquí estamos. Es mi turno pronto. En ese momento, mi corazón latía como un conejo. Estaba tan nervioso que tenía miedo de que se me cayera el palo. Finalmente, me lo entregó mi ex compañero de clase. Sin dudarlo, agarré el palo y corrí. De camino al cañón, escuché a mis compañeros animándome. No podía avergonzar a la clase. Corrí hacia adelante con todas mis fuerzas y le entregué el palo al compañero que estaba a mi lado. "Eh", exhalé. Luego trabaja con tus compañeros de clase para animar a los compañeros restantes. Al final del último tramo todavía estábamos muy por delante de la Clase 2. El último fue el compañero de clase de Chen Zihao. En su brazo llevaba un pañuelo rojo que representaba una carrera de velocidad. Corrió hacia adelante rápidamente y parecía haber viento bajo sus pies, ampliando la distancia entre la Clase 2 y la Clase 2. Ah, llegó a la meta. En ese momento, nuestra clase estaba hirviendo. Sin embargo, nuestros resultados aún deben compararse con otras clases.
Existe una especie de victoria llamada perseverancia, y lo más emocionante es la carrera de 1500 m. 1.500 metros es una cifra lejana para mí y me estremezco sólo de pensarlo. Sin embargo, por cada atleta que esté en la línea de salida, esta será la competencia a la que se enfrentará. El juego comenzó, Luo estaba al frente y yo era responsable de llevarle agua. Desenrosqué la tapa cada dos vueltas, le di agua y la animaba de vez en cuando. Finalmente, llegó a la meta. En el momento en que cruzó la línea de meta, se sentó en el suelo. En este momento, mi corazón no pudo evitar temblar. ¿Qué tipo de fuerza la empujó a recorrer esta larga y desafiante pista de 1500 m? ¡De repente comprendí que era una perseverancia firme y un gran coraje! ¡Ah, deportistas, estamos orgullosos de vosotros, estamos orgullosos de vosotros!
A través de este encuentro deportivo, entiendo una verdad: el camino de nuestra vida es como un campo deportivo, se necesita trabajo duro y coraje para llevarnos a la meta de la victoria.