Mi propio poema sobre el otoño.
Primera canción
Cuando el viento sopla las hojas verdes y se vuelven amarillas, pregunto en qué estación deben estar fragantes los crisantemos.
El sonido de los gansos salvajes volando El sur está acompañado por el hermoso paisaje otoñal y el brillo de las nubes.
Segunda canción
Cuando los crisantemos silvestres florecen, la fragancia de la canela es fragante y los arces de las montañas se tiñen con caquis como si fueran azúcar.
Los agricultores y los trilladores se divierten, pero ¿quién dice que el otoño siempre es solitario?
La tercera canción
Las ramas bailan lentamente y las hojas caídas están por todas partes.
La línea del sol atraviesa las nubes y las sombras flotantes se mueven, y el viento patrulla el lugar para machacar el hilo.
La cuarta canción
La puesta de sol está a miles de kilómetros de distancia y las heladas otoñales te están alejando, y las hojas frente al edificio escuchan la lluvia.
Ayer me rasqué la cabeza con el pelo negro y pesqué a un hombre solitario con una taza de tranquila luz de la luna.
La quinta canción
El osmanto perfumado está lleno de fragancia como la lluvia, y es aún más adecuado para los crisantemos silvestres en la ladera.
La brisa primaveral debería reírse de mí, pero a mí me encanta esta luz otoñal.