Un ensayo sobre hermosos recuerdos de la infancia.
Recordar esos eventos discretos de la infancia, aunque son pequeños, esos recuerdos son muy conmovedores, porque con estos recuerdos puedes seguir progresando, persiguiendo y creciendo. La infancia siempre me recuerda. Pensando en ese colorido sueño, cuando Yaya estaba aprendiendo el idioma, cuando aprendió a caminar por primera vez, cuando subió por primera vez al escenario, cuando llamó a sus padres por primera vez, por primera vez... ese momento, todos los Los disparos están a la vista.
Ese fue un recuerdo inolvidable y una infancia inolvidable. El día que llevé mi nueva mochila a la escuela por primera vez, finalmente pude ir a la escuela como los demás niños. Para mí, este es mi momento histórico. Mis padres tomaron con sus cámaras esta mirada más feliz e inolvidable, que se convirtió en lo más gratificante para ellos. También se ha convertido en el retrato más feliz de mi familia. Este momento inolvidable, tan hermoso y dulce, siempre aparece en mi mente. Sin embargo, las cosas buenas quedaron en el pasado. En los largos días, después de templarme una y otra vez, me templé para ser tan duro como el acero y débil. Nadie sabrá la presión del estudio y nadie sentirá lástima. En otoño, cuando caen las hojas caídas, sólo hay trabajo duro y pérdida de felicidad. Esto es amargo. Cuando era niña, en la primavera, cuando abrían cientos de flores, mi infancia con hermosos sueños pasó rápidamente.
Hasta ahora, no lloraré ante la cruel realidad, mis lágrimas quedarán cubiertas por las nubes oscuras. Las lágrimas de la infancia son tan débiles y tacañas. Los sueños de la infancia son coloridos, tan hermosos como cien flores floreciendo, inolvidables e inolvidables. En ese momento, no había preocupaciones ni preocupaciones. Los sueños de la infancia son como el cielo nocturno, tan amplios y pacíficos. Los sueños de la infancia son como innumerables estrellas. Solo pueden parpadear, no hablar, honestos y tranquilos… Innumerables estrellas, como innumerables sueños, se derramaron en mi cabecita. Desde entonces, he estado pensando en innumerables preguntas.
Al crecer bajo el cielo azul, los sueños en el cielo nocturno son como pequeños castillos apilados en la playa, sueños junto al mar azul; a mi hijo siempre le gusta jugar bajo el baniano y también le gusta sentarse; Allí escuchaba tranquilamente a los ancianos contar viejas historias, y los sueños eran verdes en ese momento, cuando era niño, siempre me gustaba sentarme frente a la puerta de mi ciudad natal, admirando las hojas doradas volando en el cielo; el otoño cuando las hojas caían. En ese momento, mi sueño era dorado. Cuando era niña, siempre me gustaba soñar. En el sueño caminaba por un laberinto y no podía encontrar la salida. Al estar encerrado en un laberinto una y otra vez, me sentí muy confundido. En la vida real, cuando mi espíritu de lucha se despierta, los sueños son del color del fuego...
Los recuerdos hacen que todo en el mundo sea tranquilo, relajado y cálido, recordándote sueños lejanos pero no lejanos. tú de la lluvia, esa melodía palpitante. Cuando caes, hay una fuerza mirándote, recordándote que debes volar el avión de papel bajo el cielo azul y volar el sueño que estás esperando.
El reloj sólo puede avanzar, no retroceder. La infancia sólo tiene regustos y recuerdos...
La infancia sólo tiene recuerdos, los sueños sólo creaciones, y el futuro sólo tiene luchas...
La infancia se ha convertido en una cosa del pasado . Sólo recordando esas pequeñas cosas y acumulando más experiencia este camino podrá hacerse cada vez más amplio. Cada uno tiene su colorida infancia. La infancia es lo más preciado de la vida. Este es el comienzo de tu vida. Si lo tienes, lo tienes para toda la vida. Deberíamos apreciarlo.
Los sueños cambian a menudo. Los sueños son las metas que las personas persiguen en la vida. Sólo luchando, luchando, los sueños pueden hacerse realidad, y eso se convertirá en realidad.
…
Sólo recordarlo todo te hará sentir bien...