La psicología detrás de los regalos
Durante los tres días de vacaciones de Año Nuevo, Xiao Wang se mudó a una nueva casa y se reunió con amigos. Según la costumbre de Tangshan, no se puede ingresar a una nueva casa con las manos vacías. Todos los amigos trajeron algunos regalos para agregar a la casa, incluidos artículos para el hogar y electrodomésticos de cocina que Xiao Wang planeaba comprar, útiles escolares para el hijo de Xiao Wang y dinero en efectivo.
"En realidad, hay muchas cosas que podemos elegir como regalo, pero la clave es cómo enviarlas". Zhang Huili, experto del Grupo de Expertos en Consultoría Psicológica de Evening News, recordó la psicología detrás del regalo. -dar tiene bastante conocimiento.
Cumplir los sueños de la infancia - Como adultos, los regalos que damos a menudo tienen la sombra de los regalos que no recibimos cuando éramos niños. Los expertos señalan que la psicología detrás de este comportamiento es darse regalos y cumplir un sueño que no se cumplió en la infancia.
Pedir recompensas a la otra parte - A algunas personas les gusta gastar mucho dinero al dar regalos. Pueden parecer generosos, pero en realidad ocultan un deseo de controlar a los demás. Los pagos demasiado pesados a menudo implican la necesidad de que la otra parte pague y cumpla con sus obligaciones. Aquí surge una pregunta muy dolorosa: ¿Qué persigue este donante?
Ignorar las necesidades de la otra persona - A veces, la gente nos regala un perro sin que nosotros se lo pidamos; muchas veces los mayores de la familia compran cosas para sus hijos que no les daríamos… Como Todo el mundo sabe que hay algo detrás de este regalo. Es una esclavitud que se nos ha dado. Aquí surge una pregunta muy molesta: ¿todavía tengo la libertad de elegir?
Respeta la elección de la otra persona - En los últimos años, muchas personas regalan tarjetas de compras o dinero. En primer lugar, es conveniente y rápido, ahorra tiempo y problemas y, en segundo lugar, le da a la otra parte el derecho a elegir. Sin embargo, este regalo invisible también contiene algunos elementos implícitos: o no quieres que el destinatario adivine tus preferencias e imaginación, o no quieres que sepa cuánto has dado. Aquí, déjame hacerte una pregunta privada: Tú diste este regalo (este dinero), pero ¿lo estoy guardando de forma segura?
En 2011, entre las costumbres ineludibles de regalar, hay que estudiar una pregunta: ¿Para quién es este regalo?