¿Cómo inspiró Stalin al pueblo a defender la patria en el aniversario de la Revolución de Octubre en 1941?
El 6 de noviembre de 1941 fue el aniversario de la Revolución de Octubre. La celebración se llevó a cabo en la estación Mayakovsky del metro. Stalin pronunció un discurso por radio en la reunión. En un momento en que la capital estaba en peligro, el discurso de Stalin adquirió un significado inusual. Stalin dijo: En la guerra antifascista, la Unión Soviética no estaba sola, y Gran Bretaña y Estados Unidos habían expresado su apoyo. Dijo en un tono lleno de pasión: ¡Este grupo de personas desalmadas, impersonales y bestiales piden descaradamente la aniquilación de la gran nación rusa, la aniquilación de Plejánov y Lenin, Belinsky y Chernyshev! ¡La nación de Ski, Pushkin y Tolstoi! Los agresores alemanes querían llevar a cabo una guerra de aniquilación contra la población de todos los grupos étnicos de la Unión Soviética. Bueno, como los alemanes querían una guerra de aniquilación, ¡iba a conseguir una guerra de aniquilación! Nuestra tarea a partir de ahora es aniquilar a todo ocupante alemán que invada el territorio de nuestra patria. En estos días críticos, Stalin concedía gran importancia a inspirar espiritualmente la confianza del pueblo soviético en la victoria. Decidió realizar un tradicional desfile militar al día siguiente, como de costumbre. El 7 de noviembre, Stalin ordenó la celebración de un desfile militar en la Plaza Roja para conmemorar la Revolución de Octubre. Stalin hizo su último llamado en su discurso: ¡La guerra que estáis librando es una guerra de liberación, una guerra justa! ¡Que la imagen heroica de nuestros grandes antepasados os inspire en esta guerra y que el gran estandarte de la victoria de Lenin os guíe para destruir a los ocupantes alemanes! ¡Viva nuestra gloriosa patria, la libertad de nuestra patria, la independencia de nuestra patria! ¡Marchamos hacia la victoria bajo la bandera de Lenin! Los textos de los dos discursos de Stalin del 6 y 7 de noviembre circularon rápidamente entre el ejército y el pueblo. Estos discursos elevaron enormemente la moral del ejército y de la gente común. Expresaron su amor por su patria y su odio hacia los enemigos crueles y arrogantes. También tuvieron un impacto internacional significativo. Las tropas que participaron en el desfile militar pasaron frente al Kremlin y luego se dirigieron directamente a la línea del frente.
El lema de los defensores de la capital es: "Aunque Rusia es grande, no tiene dónde retirarse. ¡Detrás está Moscú!"