¿Cuánto cuesta un casco de carreras de F1?
Los cascos Schuberth RF 1.5 utilizados por Schumacher tenían un precio de £10.000 cada uno.
En la Fórmula Uno el casco es una pieza muy especial, hay que personalizarlo según la situación de cada piloto, tiene un alto contenido técnico y es caro. Primero, se escanea la cabeza del conductor para crear un modelo de tamaño natural. El siguiente paso es algo similar al proceso de fabricación de momias de los antiguos egipcios: envolver el modelo de cabeza capa por capa con 120 capas de fibra de alto rendimiento T800 cada una. La fibra está compuesta por 12.000 microfibras que tienen sólo una quinta parte del grosor de un cabello humano. Todas las fibras de un casco tienen aproximadamente 16.000 kilómetros de longitud.
Para cada fabricante de cascos, la composición exacta de las 17 capas del casco es un secreto comercial. Los expertos sólo pueden revelar los tres principales: fibra de carbono para aumentar la rigidez, aramida resistente al fuego y polietileno, este último también se utiliza en la fabricación de chalecos antibalas. El casco es muy resistente pero ligero, sólo alrededor de 1,2 kg, lo que reduce la presión sobre el cuello y los hombros del ciclista.
Durante el proceso de prensado en caliente, cada capa se presiona sobre otra capa bajo alta presión y una alta temperatura de 132 grados. Las piezas que deben soportar cargas especiales, como la base y las gafas, están reforzadas con aluminio y titanio. El revestimiento interior consta de dos capas de Nomex resistente al fuego. Cada casco debe pasar una prueba de fuego obligatoria a 800 grados durante 45 segundos, durante la cual la temperatura dentro del casco no excederá los 70 grados centígrados.
El sistema de ventilación del interior del casco permite que entren aproximadamente 10 litros de aire fresco al interior del casco. Un único filtro elimina los rastros más pequeños de aceite de carreras, polvo de carbón y restos de frenos en la pista. Es fundamental que los conductores tengan buena visibilidad en situaciones inusuales. La visera del casco, de tres milímetros de espesor, está hecha de policarbonato resistente al fuego para garantizar una visión clara al ciclista. Las pantallas de las gafas se ajustan en un momento al brillo de la luz, muy importante en los famosos túneles de Mónaco. Para comprobar la calidad de las gafas, se pueden disparar proyectiles a una velocidad de 500 km/h y la profundidad de las marcas de impacto producidas en ellas no puede exceder los 2,5 mm.
Con una tecnología tan soberbia como la parte trasera, no es sorprendente que cuando un coche de F1 se hizo añicos, el conductor aún pudiera salir ileso.