Discurso en el primer aniversario del terremoto de 5.12 en Wenchuan
Debe haber una flor en lo más profundo de la vida de cada uno.
Aunque esta flor es secreta.
Aunque la música desaparezca.
Así que no conmemoramos el sufrimiento con sufrimiento.
Recordar las lágrimas sin derramar lágrimas.
Frente a las ruinas, plantamos flores sencillas.
Con el tiempo, nos sumamos a la luz de las velas esta noche.
En un terremoto, la supervivencia de todos está abierta,
La muerte de todos es un secreto.
No sabemos qué pensaron, extrañaron y esperaron cuando se fueron.
Pero sabemos que cada uno de ellos es igual que nosotros.
Ama la vida.
Piensa en aquellos que abrazan a sus seres queridos muertos,
Esos niños en sus cunas.
Aquellos alumnos que hayan realizado sus deberes de verano.
Esas chicas que no tuvieron su primer beso.
Esos sanitarios que acaban de despertar,
Futuros científicos que quieren explorar Marte.
Qué preciosas son sus vidas,
Qué buenos son con su vida ordinaria.
En un desastre, la vida es lo más importante.
La vida es el soporte definitivo para la noche.
Vale la pena arriesgar la vida para preservarla.
La vida es fuente de milagros y esperanza.
Esa noche, la vida se asustó.
El sueño pacífico se ve distorsionado por la muerte.
Pero su alianza con la oscuridad no duró mucho,
El amanecer trazó la línea de la redención.
A muchas personas no pudimos salvarles la vida.
Nosotros mismos tenemos miedo.
Pero sus muertes fueron secretas, no solitarias.
Descansan en los brazos de los vivos.
Muchas personas no regresaron ilesas.
Partes de sus extremidades quedaron entre los escombros.
Pero al menos salvamos lo que quedaba,
incluidas las almas que luchaban por sobrevivir.
En las ruinas eventualmente crecerán flores,
que son los ramos secretos de los muertos.
No solo celebramos el aroma.
No debemos olvidar su dolor.
No digas: no tengo nada que ver con ellos,
No entiendo el desastre.
Todos los vivos son supervivientes.
La tierra canta por ti.
Los muertos llevan la muerte por los vivos.
Los vivos llevan el recuerdo del desastre.
Compártelo,
No nos han abandonado ni un momento.
Ellos son nuestros músicos,
poetas amorosos, trabajadores modelo y pensadores.
O son simplemente un ladrillo,
que se ha incorporado a los muros de la nueva ciudad.
Cada cuadro es un memorial,
El nuevo edificio es un diálogo.
Mañana, señorita.
Ayer, señorita.
Para la esperanza y el recuerdo.