Lo que me dije a mí mismo cuando cumplí 49 años.
En estos 48 años, he experimentado el romance de la primavera, la pasión del verano, he llorado, reído, amado, odiado, vacilado, luchado y anhelado. Pero la despiadada realidad destrozó muchos de mis sueños, y la dura búsqueda del pasado fue más bien un espejismo.
Solo cuando llegué a esta edad comprendí que el paisaje más hermoso de la vida es en realidad la paz y la calma interior. Una vez esperé tanto el reconocimiento del mundo exterior y finalmente me di cuenta de que la vida es mía y no tiene nada que ver con los demás.
Hoy cumpliré 49 años y he llegado a la edad en la que conozco mi destino. Todo debe salir como viene. Sin exigencias, sin exigencias. No culpes a Dios, no te preocupes por los demás. En realidad, todas las causas y efectos están destinados.
A medida que me acerco a los 50 años, entiendo el significado de la vida, las responsabilidades y la pesadez de la vida. Siempre hay algunas brechas que hay que superar y siempre hay algunos rencores que hay que perdonar. Si miras todo con desprecio, tu corazón se ensanchará.
A medida que me acerco a los 50 años, entiendo que el mal humor puede afectar las emociones de las personas. No importa cuán agraviado o herido estés. Sepa cómo curarse, comience a saber consolarse y aprenda a encender una lámpara de esperanza para usted en la adversidad.
A medida que me acerco a los 50 años, he entrado en un período de calma, madurez y apertura de mente, enfrentándome a las personas que me rodean y a mí mismo con una sonrisa.