Lea el Salmo 134 el 3 de septiembre de 2020

Salmo 134:1 ¡Bendecid a Jehová, siervos de Jehová, que estáis de noche en la casa de Jehová!

Salmo 134:2 ¡Alzad vuestras manos hacia el santuario y bendecid al Señor!

Salmo 134:3 ¡Que Jehová, Hacedor del cielo y de la tierra, te bendiga desde Sion!

Meditación:

El trabajo de un atalaya es común e importante. Tú y yo somos personas comunes y corrientes, pero si Dios quiere usarte, ¿estás dispuesto?

134:1-3 Este salmo trata sobre una tribu muy pequeña de Leví. Leví era un centinela del templo ("el siervo del Señor que estaba de noche en el templo del Señor"). Al cantar este salmo, el último "Salmo ascendente" (Salmos 120-134), los adoradores subieron al templo en la montaña y vieron a los centinelas que custodiaban el templo día y noche. Consideraban el trabajo de los atalayas como un acto de alabanza a Dios porque no sólo eran reverentes sino también responsables. Debemos hacer de nuestro trabajo y responsabilidades en la iglesia un acto de alabanza a Dios, y cuando lo hagamos, debemos temer a Dios y glorificar a Dios con un trabajo de alta calidad y una actitud de servicio.