Navidad leyendo poemas largos estéticos
Escucha
Las campanas de Navidad suenan desde el cielo.
Llama a la noche oscura
Derriba las estrellas del cielo
Llama al alma dormida.
En este momento
Detente en la puerta de mi corazón
Dang, Dang, Dang.
¿Está nevando del cielo?
Estas notas de amor del cielo.
Este es el himno de Dios.
Este es el regalo de Navidad que Dios me ha dado.
Levanta la cabeza, extiende la mano y tómala con alegría.
Atrapa esta agua bendita del cielo
Querido Señor,
Desde el día que te conocí.
Me has estado bañando en esta agua bendita
Limpiando mis ojos, mi cuerpo y mi alma.
Esta agua proviene del río Jordán.
Ese día
Te paraste humildemente en el agua.
Deja que Juan te bautice.
Sí, es agua.
Se derramó sobre mis pies y extremidades.
Mi cuello, mi cabeza.
Sumergirme en una felicidad infinita
Qué cálida y maravillosa
Llena cada célula de mí.
Activó cada nervio en mí.
De ahí en adelante
Me transformó en una persona diferente
Un cristiano que te gusta.
El agua viva de la vida brota de mi vientre.
Esas notas que cantan tus alabanzas te alaban.
Como las olas que florecen en el desierto
Querido Señor, hoy
nuestros hijos débiles.
Sentado a tu lado en tu cumpleaños.
Para conmemorar a los bebés nacidos en el pesebre hace 2000 años
Venimos de diferentes rincones.
Pero todos vienen del mismo lugar.
Este es un páramo espiritual.
No podemos encontrar nuestro hogar
Somos huérfanos sin hogar.
¿Cuántas Nochebuenas?
Vagamos por las calles.
Estamos de fiesta.
Toca tu propia alma pálida
Esperando esas heridas de color rojo brillante
Sanación en el tiempo perdido
También lloramos por esto.
Sentado en el borde de la silla
Anhelo de retorno y salvación.
Por fin llegó la luz.
Una voz resonó en lo alto.
"Yo soy la luz del mundo.
El que me obedece, no caminará en tinieblas.
Debe recibir la luz de la vida." p>
Nos trajiste de regreso y nos acogiste.
Desde entonces, formamos una familia.
Tener un hogar cálido y luminoso.
Sí, me fui a casa esta Navidad.
Tengo tantos queridos hermanos y hermanas.
El hijo pródigo finalmente se dio la vuelta.
Querido Señor Jesús
Sabes que soy un pecador
Soy un chico malo hecho de innumerables errores.
Pero aun así me acogiste.
No puedo expresar mi infinita gratitud.
Sólo brotaron lágrimas.
Flujo continuo
Me has dado demasiado.
Lo que pagué a cambio fue muy poco.
La bondad que surge para recompensarse mutuamente sólo puede ser hermética.
Me diste vida.
Sé que desperdicié demasiado.
Toma el resto de estos.
En esta noche
En esta fiesta que sólo te corresponde a ti
Quiero decirte
Señor, te amo tanto tu.
Déjame acercarme a ti
Déjame adorarte
Déjame entregarme a ti.
Una enorme diferencia inconmensurable
Vida y muerte