Un veredicto digno de conciencia
En segundo lugar, si hablas con los demás, no podrás persuadirlos. Pero debéis ser dignos de vuestra propia conciencia como persona, para poder tener la conciencia tranquila. Los amigos pueden jugar entre ellos si pueden y separarse si no pueden.
En tercer lugar, a veces siento que mi actitud demasiado responsable es realmente preocupante, pero mi código de conducta me exige ser digno de mi propia conciencia y digno de la confianza de los demás. Este tipo de contradicción, especialmente cuando soy el intermediario y no soy el responsable directo del asunto, me regaña a mí mismo por ser entrometido y al mismo tiempo me apresuro a morir por ambas partes, lo cual es molesto.
En cuarto lugar, es realmente difícil ser un ser humano. No quiero ser una buena persona, pero tengo que estar a la altura de mi conciencia.
5. Moral, sé recto y honesto, ¡y lo más importante es ser digno de tu propia conciencia!