Poemas infantiles riman.
Luo Dayou
Bajo el baniano junto al estanque, las cigarras llaman al verano.
Solo hay mariposas sentadas en el columpio junto a la hierba.
La tiza del profesor sigue tintineando en la pizarra.
Infancia esperando clase, esperando escuela, esperando juegos.
En una sociedad de bienestar, tienes de todo excepto un centavo en tu bolsillo.
¿Quién consiguió la espada, Zhuge Shiro o el Demon Party?
¿Por qué las chicas de la siguiente clase aún no han pasado por mi ventana?
La historia en tu boca, los cómics en tus manos y tu primer amor en la infancia en tu corazón.
Siempre tengo que esperar a acostarme para darme cuenta de que sólo he hecho unos pequeños deberes.
Siempre tengo que esperar hasta después del examen para darme cuenta de que no he terminado de leer los libros que debería leer
Cada centímetro de tiempo vale un centímetro de oro. El maestro dijo que una pulgada de oro no puede comprar una pulgada de tiempo.
Día tras día, año tras año, una infancia aturdida.
Nadie sabe por qué el sol siempre se pone al otro lado de la montaña
Nadie puede decirme si hay dioses viviendo en las montañas.
¿Cuántos recuerdos corrientes hay siempre mirando solos al cielo?
Tanta curiosidad, tanta fantasía con una infancia tan solitaria
Bajo el sol, las libélulas volaban sobre los verdes arrozales.
Ni los crayones de acuarela ni un caleidoscopio pueden pintar un arcoíris en el horizonte.
¿Cuándo podré tener una cara tan madura y crecida como la de mis compañeros de último año?
Esperando con ansias las vacaciones, con ansias el mañana y con ansias de crecer.
Día tras día, año tras año, espero con ansias crecer.