Un ensayo de 200 palabras sobre los cactus en invierno.
Mi cactus
Mi patio trasero es simplemente un jardín. Las flores florecen todo el año y decoran mi cálido hogar. Entre las flores, hay rosas preciosas, tímidas y rosas fragantes... pero mi favorito es el cactus.
La forma del cactus es como una mano grande y grotesca, extendida, y su apariencia es realmente antiestética. Está vestida con ropa amarilla y verde y está cubierta de pequeñas espinas. Mientras tus dedos estén en estrecho contacto con ella, aunque sea solo un toque ligero, una de ellas definitivamente quedará atrapada allí. Serán marcas de sangre. Quizás "Cactus" obtuvo su nombre de esto.
Aunque el cactus tiene un aspecto poco atractivo, es muy tolerante a la sequía. Mi madre me dijo: "Puede sobrevivir aunque no beba agua durante siete u ocho días". Al principio no lo creía, así que lo intenté y no lo regué durante varios días. , pero resultó estar tan húmedo como vivo. A partir de entonces, amé aún más los cactus.
El cactus no sólo es resistente a la sequía, sino que también tiene una gran vitalidad. Incluso si se rompen una o dos ramas, no afectará su crecimiento. Si también estás interesado en cultivarlo, es muy sencillo: simplemente inserta la rama rota en el suelo y aún así germinará, crecerá y florecerá. Especialmente en invierno, los cactus no temen al frío intenso. Cuando ruge el viento del norte, todavía está cubierto de verde y se alza orgulloso en el viento, como un guerrero que guarda la frontera.
Cada parte del cactus es un tesoro. Tanto los tallos como el líquido se pueden utilizar con fines medicinales. Recuerdo que el año pasado contraje paperas y ni los medicamentos ni las inyecciones me ayudaron. Más tarde, escuché a alguien decir que los cactus pueden enfriar y reducir la hinchazón, así que mi madre raspó las espinas, les quitó la piel, machacó los tallos del cactus y lo aplicó en mis glándulas parótidas. Inmediatamente sentí una sensación refrescante. En dos días mi enfermedad se curó. ¡Qué noble es el carácter de Cactus de sacrificarse y dedicarse a los demás!
Pienso: Para ser un ser humano, debemos ser como un cactus, dispuestos a ser comunes, sin miedo a las dificultades y dispuestos a contribuir con todo a la gente.