¿Cuáles son algunos poemas sobre los Juegos Olímpicos?
Los poemas olímpicos son los siguientes:
1.
La nieve que vuela baila en el cielo y las flores rojas de ciruelo florecen con sonrisas.
Están llegando invitados de los cinco continentes, vienen deportistas de todo el mundo.
Los récords se baten uno tras otro y cada día se adivinan medallas de oro.
En los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing, la llama sagrada brilla en el cielo.
2. Poesía olímpica.
A la edad de Renyin, cuando recuerda su carrera, los jóvenes educados en el ejército son más encomiables.
Los soldados y los caballos luchan en el viento y la nieve, y los fénix sirven las moras y el cáñamo.
El amor juvenil es como un sueño, y es difícil cantar sobre mariposas y flores en una cabeza blanca.
La práctica se ha mantenido sin cambios durante cientos de años. Cuando me levante, volveré a beber y hacer graffiti.
3. Poesía olímpica.
El sol naciente es rojo en los Juegos Olímpicos de Invierno, y los árboles ardientes y las flores plateadas iluminan el cielo.
Las cinco estrellas cazan las majestuosas montañas y ríos, y el himno nacional suena a través de las nueve capas.
El fénix despliega su figura heroica sobre el hielo, y el caballo cabalga majestuoso sobre la nieve.
Atletas de todo el mundo compiten para ser los primeros, creando un nuevo panorama para el mundo del deporte.
4. Poesía olímpica.
Pekín y Zhangjiakou acogen los Juegos Olímpicos de Invierno, trayendo brillo al mundo.
En la arena se tocan canciones de victoria y gente de todo el mundo está feliz.
El sudor se derrite en el hielo y las flores florecen, y el amor y la amistad crecen.
Cread nueva gloria y avanzad juntos hacia el futuro.
5. Poesía olímpica.
La hospitalidad china es famosa desde hace mucho tiempo, y organizar grandes eventos es aún más sincero.
Se utilizaron montañas y ríos rebordados como campo de juego y la Vía Láctea como fondo.
La llama sagrada griega brilla a través del mar y las coloridas banderas de cinco aros bailan con el viento del este.
Los deportistas se sueltan y compiten, y el sudor seguramente escribirá su orgullo.