Poesía sobre sillas

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Cada segundo se suelta y se convierte en un plano, un plano de vitalidad que nace de la dureza y se extiende bajo la lámpara frente al ordenador.

Refleja el colorido horizonte hacia tiempo

Congelarme por la noche, sentarme en una silla junto a una taza de té caliente bajo la lámpara, caminar ocho mil millas, ocasionalmente sentarme y levantarme en la constante luminosidad

Disfrutar del comodidad de la noche