Poemas de amor de orquídeas
La cresta del pabellón era demasiado alta y no se podía demoler, por lo que el propietario la mantuvo como la montaña oeste.
Mirando la posición inclinada del sol poniente, un trozo de niebla primaveral refleja la mitad del círculo.
Dai Chun le dio a Bai Juyi.
Las montañas brillan de un verde brillante, las magnolias son blancas y los sauces son amarillos.
Pero no sé qué significa Jiangxi. El paisaje nunca ha sido diferente.
Después del nacimiento, no extrañarás el mal de amor, solo extrañarás el mal de amor, y luego sufrirás las consecuencias del mal de amor.
El cuerpo es como nubes flotantes, y el corazón es como amentos voladores. Me gusta y me gusta constantemente.
¿Hay una fragancia persistente aquí, pero tu ser querido no sabe a dónde ir?
¿Cuándo son más intensos los síntomas del mal de amores?
Es cuando la luz es medio oscura y la luna medio brillante.
——"Moon Song·Spring Love" (Xu Yuan Zaisi)
En ese momento, levanté mi caballo de viento no para suplicar felicidad, sino para esperar tu llegada.
Ese día, la pila mani se construyó no para cultivar la virtud, sino para arrojar piedras al lago interior.
En ese mes, agité todos los tubos de oración no para la salvación, sino para tocar las yemas de los dedos.
Ese año, me incliné en el camino de la montaña, no para mirar, sino para aferrarme a tu calor.
Esta vida no es reencarnación, sino encontrarte en el camino.
Ese día, cerré los ojos y de repente escuché el mantra de tu "Canción del Sutra" en la niebla fragante del templo.
Ese mes, agité todas las ruedas de oración no para salvación, sino para tocarlas con la punta de los dedos.
Ese año, me incliné para subir el camino de la montaña, no para verte, sino para estar cerca de tu calor.
He viajado a través de montañas y ríos hasta pagodas en esta vida, no para cultivar la otra vida, sino para encontrarme contigo en el camino.
Esa noche, escuché a Brahma cantar toda la noche, no para la iluminación, sino para ti, que aún estás vivo.
Ese mes, giré todos los tubos de oración no para la salvación, sino para tocar tus huellas dactilares.
Ese año, me postré en el suelo, no para adorar a Buda, sino para aferrarme a tu calidez.
En ese momento, viajé a través de cientos de miles de montañas, no para cultivar la otra vida, sino para encontrarme contigo en el camino.
En ese momento, ascendí a la inmortalidad, no por la inmortalidad, sino por tu paz y felicidad.