Aforismos famosos sobre los padres que recompensan y castigan a sus hijos por las puntuaciones de los exámenes
En el contexto de la educación orientada a exámenes, el 99% de los padres chinos son más felices cuando sus hijos obtienen buenas calificaciones. Cuando los niños obtienen buenas notas, los padres se ríen; cuando los niños obtienen malas notas, los padres fruncen el ceño. Por lo tanto, hasta cierto punto, la actuación de los niños toca la fibra sensible de miles de familias y se convierte en un barómetro de la armonía familiar. Para mejorar el rendimiento de sus hijos, muchos padres gastan mucho dinero en contratar profesores famosos y elegir escuelas famosas, pero los resultados suelen ser contraproducentes. No hay crédito, sólo trabajo duro y fatiga, lo que consume mucha mano de obra y recursos financieros. A cambio, padres e hijos se agotan física y mentalmente y el índice de felicidad familiar cae en lugar de aumentar.
Los padres deben tener una actitud correcta ante los logros de sus hijos.
Los padres deben tratar las puntuaciones de sus hijos con una actitud normal. No es normal que una familia base su felicidad en los logros de sus hijos. Los padres deben establecer un equilibrio de expectativas. Ganar o perder es algo común para los estrategas militares. Algunos padres elogian a sus hijos hasta el cielo cuando les va bien en los exámenes y los pisotean cuando les va mal. Diferentes actitudes antes y después desequilibrarán psicológicamente al niño. Algunos niños tienen malas notas y sus padres los regañarán si mantienen la boca cerrada. O llámalos "idiotas" o maldícelos para que hagan los trabajos más malos en el futuro. Los niños estudian bajo mucha presión. Demasiada presión es el diablo. Hará que los niños pierdan el interés en el aprendizaje y en la vida, y dañará gravemente su salud física y mental.
Si los padres quieren corregir su mentalidad, deben atravesar la niebla de las "partituras". ¿Por qué los padres están tan obsesionados con las buenas notas? Parecen tener dos inferencias implícitas: buenas calificaciones → buen examen de ingreso a la universidad → buen trabajo → buen futuro; malas calificaciones → mal examen de ingreso a la universidad (o fracaso para ingresar a la universidad) → mal trabajo (o desempleo) → mal futuro. De hecho, ninguna de estas dos inferencias es necesariamente cierta. A nuestro alrededor, los estudiantes pobres tienen un futuro bastante bueno después de ingresar a la sociedad. Edison y Einstein eran "estudiantes pobres" y "niños problemáticos", pero sus logros atrajeron la atención mundial. Aprenda a analizar los problemas dialécticamente.
Los padres deben dominar el método de análisis del rendimiento: ser alcistas y bajistas para captar la tendencia.
Desde la perspectiva de una única asignatura, es necesario realizar un análisis sistemático de las puntuaciones antes y después y realizar una comparación horizontal con otros estudiantes de la clase. Se puede observar que la tendencia de desarrollo de las puntuaciones en esta materia es fluctuante. Descubra también los puntos débiles de conocimiento, las habilidades y los capítulos débiles de este tema. En general, al comparar los resultados generales muchas veces, podemos descubrir los temas ventajosos y débiles, formular estrategias para mantener las ventajas y desventajas y encontrar la ruta de crecimiento y el margen de mejora.
Cuando el rendimiento general de un niño cae bruscamente, los padres deben prestar atención a esta señal, que indica que el niño no se encuentra en un estado de aprendizaje. Para los niños adolescentes, factores indeseables como el amor temprano, la adicción a Internet, la obsesión por las novelas románticas de artes marciales y las peleas los distraerán. En este momento, los padres deben estar tranquilos, respetar a sus hijos, no forzarlos, no entrometerse en la privacidad de sus hijos y comprender la situación, dejar que sus hijos expresen activamente su confusión psicológica y ayudarlos a resolver sus dolores de crecimiento de manera oportuna. . Ayude a los niños a encontrar puntos de inflexión, resumir las lecciones del éxito y el fracaso y mejorar la fortaleza general del desempeño de los niños.
Los padres deben actualizar sus conceptos y lograr dos cambios.
Primero, centrarse en los resultados y el proceso de cambio
Los padres deben prestar atención a los métodos de aprendizaje, los hábitos de aprendizaje, las formas de pensar y los intereses de aprendizaje de sus hijos. Los buenos hábitos y métodos de estudio y un gran interés en aprender son la fuente eterna de vitalidad para el aprendizaje. Se pueden lograr buenos resultados sin buenos métodos y hábitos, pero esos buenos resultados requieren una gran inversión, un alto consumo y una baja producción. Esta guerra de desgaste se produce a expensas de la salud física y mental de los niños.
En segundo lugar, de centrarse en los logros a centrarse en el crecimiento
El crecimiento no puede existir sin logros, pero los logros no lo son todo. Si un niño, en busca de buenas calificaciones, no tiene fines de semana, amigos, pasatiempos ni una psicología saludable, ¿de qué sirven esas calificaciones? Los adultos siempre son lo primero. Las puntuaciones altas y las habilidades bajas, las puntuaciones altas y la moral baja no son crecimiento. Para los estudiantes con buenas notas, también debemos prestar atención a su crecimiento psicológico. "Un chico guapo tapa toda la fealdad." A menudo creemos erróneamente que los niños con buenas notas serán felices y estarán sanos física y mentalmente. Algunos padres están ansiosos por lograr un éxito rápido. Piensan que el ejercicio diario no es más que una mente simple, extremidades bien desarrolladas y, por muy buenas que sean sus aficiones, son solo adornos. El examen de ingreso a la escuela secundaria y el examen de ingreso a la universidad todavía dependen de las calificaciones. Ninguno de estos cuenta como puntos.
En el contexto de la educación orientada a exámenes, el 99% de los padres chinos son más felices cuando sus hijos obtienen buenas calificaciones. Cuando los niños obtienen buenas notas, los padres se ríen; cuando los niños obtienen malas notas, los padres fruncen el ceño. Por lo tanto, hasta cierto punto, la actuación de los niños toca la fibra sensible de miles de familias y se convierte en un barómetro de la armonía familiar. Para mejorar el rendimiento de sus hijos, muchos padres gastan mucho dinero en contratar profesores famosos y elegir escuelas famosas, pero los resultados suelen ser contraproducentes. No hay crédito, sólo trabajo duro y fatiga, lo que consume mucha mano de obra y recursos financieros. A cambio, padres e hijos se agotan física y mentalmente y el índice de felicidad familiar cae en lugar de aumentar.