Lo que me trae alegría

Ejemplo:

La música me trae felicidad

Como muchos niños, crecí rodeado de canto. Canciones infantiles cuando era niño, canciones del campus cuando estaba en la escuela y canciones pop cuando sea mayor.

Cada melodía es un recuerdo, alegre, triste, melancólico e ignorante. Cada nota embellece la vida ordinaria y la convierte en una vida colorida.

Mi verdadero contacto con la música fue cuando tenía doce años. Fue un regalo de cumpleaños de mi madre: una guitarra con arcos elegantes, cuerdas brillantes y un sonido nítido.

Sin embargo, practicar el piano es un proceso doloroso. Innumerables repeticiones hacen que las notas originalmente agradables sean extremadamente aburridas. Pero cuando toqué una pieza musical por primera vez, la hinchazón, el dolor en los dedos y la irritabilidad desaparecieron, reemplazados por una sensación espontánea de logro. Finalmente entendí el viejo dicho: "Un minuto en el escenario, diez años fuera del escenario".

La música ha sido de gran ayuda para mí, desde la teoría musical hasta el género, desde el canto hasta la composición. La música alimenta mi sed de conocimiento. Desde pequeñas actuaciones con decenas de espectadores hasta actuaciones formales con miles de espectadores. La música me hace vivaz y alegre. De la simple imitación a la creación propia. La música hizo que volviera a enamorarme de la literatura. Cada vez que camino por el campus llevando una guitarra o un saxofón, siempre atraigo la atención y la admiración de la gente. La música hace que yo, una persona común y corriente, me vuelva extraordinario.

También he hecho muchos amigos a través de la música. En el campus y en el césped hay gente que ama la música y la vida. Nunca he sido adicto a Internet como otros niños de mi misma edad, porque nunca me he sentido vacío ni solo. Siempre hay gente que ama la música acompañándome en mi vida. La primavera es blanca con nieve, y una hoja conoce el otoño. Experimentémoslo juntos y embriaguémonos juntos.

Mirando hacia atrás en este viaje, la música siempre me ha acompañado. Cuando me siento vacilante y confundido, siempre hay una melodía en mi corazón que me da valor. Cuando tengo dolor y resentimiento, siempre hay una melodía que me hace sentir en paz y tranquilidad. Cuando estoy feliz y feliz, hay melodías que hacen que mi felicidad sea aún mejor. La música se ha convertido en una parte indispensable de mi vida y la música me brinda una alegría infinita.