Los pros y los contras de Türkiye y Constantinopla durante la caída de Bizancio cuando brillaban las estrellas humanas.
La ventaja de Constantinopla radica en su ubicación geográfica única, con llanuras a un lado y agua a ambos lados, formando un triángulo. El frontón reforzado por los emperadores romanos orientales, especialmente el muro que daba a la llanura, el llamado Muro Teodosiano, convirtió las murallas de Constantinopla en las más fuertes del mundo en aquella época.
La ventaja de Turquía reside en el fuerte liderazgo y las capacidades militares de su líder, el sultán Mehmet II. No escatimó en gastos para construir los cañones más grandes de la época, utilizó bueyes y rodillos para cortar montañas y llenar la tierra, y transportó estos pesados cañones al frente de Constantinopla. También cruzó los Alpes por mar, transportó su flota desde tierra hasta el Cuerno de Oro y asestó un golpe fatal al enemigo a sus espaldas. Estas acciones permitieron a Türkiye aprovechar plenamente sus ventajas.
Sin embargo, Constantinopla también tuvo sus defectos. Aunque sus murallas eran fuertes, sus defensas eran insuficientes para proteger la ciudad de los proyectiles de artillería pesada de Mehmed II.
En resumen, Turquía y Constantinopla tienen cada una sus propias ventajas y desventajas, pero al final Turquía utilizó el talento de su líder y su ofensiva estratégica, lo que llevó a la caída de Constantinopla.