Modismos y alusiones sobre luchar para apoyar la guerra
Japón originalmente quería compensar sus propios recursos mediante la guerra y el saqueo, pero el resultado es un aumento de las dificultades y la guerra "consume sus propias cosas originales". Según las estadísticas, desde el inicio de la guerra total de agresión contra China en julio de 1937 hasta el estallido de la Guerra del Pacífico en febrero de 1937, en menos de cuatro años y medio, el ejército japonés gastó 3.775,8 mil millones de yenes, convertidos en moneda de antes de la guerra (1934-1936).
Con la ampliación del frente, la fuerza laboral y los recursos internos de Japón son seriamente insuficientes. Con este fin, el gobierno japonés ha propuesto de manera integral la política de "apoyar la guerra con guerra". El 8 de diciembre de 1941, Japón lanzó un ataque sorpresa a Pearl Harbor y lanzó la Guerra del Pacífico. Su objetivo principal era apoderarse de los intereses de Estados Unidos, Gran Bretaña, Países Bajos y otros países del Pacífico. Tras el estallido de la Guerra del Pacífico, Japón se enfrentó a la situación de operaciones simultáneas en Asia y el Pacífico y necesitaba más tropas. En aquella época, debido a que se reclutaba a hombres adultos como soldados tanto en las ciudades como en los pueblos de Japón, había muy pocos hombres disponibles para servir como mano de obra.
Ante una grave escasez de mano de obra, es imposible obtener una gran cantidad de mano de obra por los canales normales. Por esta razón, las autoridades japonesas están tratando de movilizar la fuerza laboral nacional para que se dedique a la producción militar a través de "lealtad y valentía por el servicio público" en el país. Por otro lado, adoptaron la política de "luchar para apoyar la guerra", utilizando la fuerza laboral capturada en las zonas ocupadas y sus prisioneros de guerra para realizar diversas labores.
Se puede ver que la política de "apoyar la guerra con guerra" fue una de las políticas básicas utilizadas por Japón para mantener y expandir la guerra durante la Segunda Guerra Mundial. Impulsar a la gente de las zonas ocupadas a trabajar duro y aprovechar al máximo el gran número de prisioneros obtenidos en la guerra para complementar la escasez de mano de obra se convirtió en una de las formas inevitables para que Japón mantuviera y ampliara la guerra.