Composición: Tome "Letra de tres caracteres:" Daddy Qian'er "como material.
Un niño rural solía vivir una vida sencilla y estudiar mucho. Después de ser admitido en la universidad, vio que sus compañeros eran generosos y generosos, así que compró esto y aquello. Pronto hubo una "crisis financiera", por lo que le escribió a su padre, que trabajaba en la agricultura en el campo, pidiéndole dinero. Sólo había tres palabras en la carta: "Papá: dinero".
Después de recibir la carta, mi padre estaba muy ansioso, preocupado de que le pasara algo a su hijo. Dejó su azada y pidió dinero prestado. Al final, me escapé por un día. Solo pedí prestado más de 500 yuanes y luego vine a la oficina de correos del condado desde la aldea para enviarle dinero a mi hijo, pero estaba muy preocupado.
Pronto, mi hijo volvió a escribir: Papá~~~Dinero~No es suficiente. Con solo unas pocas palabras, el padre se preocupó aún más. Esta vez montó en una bicicleta que le había prestado un vecino. Decidió venderle sangre a su hijo. Después de sacarle mucha sangre, salió del hospital con el dinero. Estaba mareado mientras andaba en bicicleta y parecía estar a punto de desmayarse, pero para ahorrar hasta el último centavo para su hijo. No fue en automóvil, pero aún así montó en bicicleta cuando llegó. El sol abrasador brillaba fuertemente sobre él. Después de viajar durante más de 8 horas, finalmente llegó a un lugar no lejos de la escuela de su hijo, pero en ese momento se desmayó. En medio del camino debido a la pérdida excesiva de sangre, un camión grande se acercó y yacía en un charco de sangre, pero no pudo morir porque la escuela de su hijo estaba frente a él. Intentó arrastrarse hacia adelante, pero. cuando finalmente llegó a la puerta de la escuela de su hijo, ¡se desmayó!
En ese momento, había mucha gente alrededor. Su hijo regresó de jugar afuera toda la noche.
¡No esperaba que fuera su padre! Lloró amargamente, ¡pero su padre se estaba muriendo! El hijo retrocedió dos pasos e hizo tres reverencias~ ~ ~
Más tarde, después de hacerse famoso, cada vez que alguien le preguntaba cómo se sentía acerca de sus logros en ese momento, decía: Mi papá se lo dio a ¡a mí!