Las alfombras iraníes son tan buenas como el oro.

Las alfombras persas son extremadamente estrictas en la selección de materias primas, combinación de colores, diseño de patrones y tecnología de tejido. Son algunas de las alfombras más finas y coleccionables del mundo. No es de extrañar que los iraníes siempre muestren un dejo de desdén cuando hablan de alfombras de otros países.

Según una investigación realizada por científicos iraníes, la tecnología iraní de tejido de alfombras tiene una historia de al menos 2.000 años. Sin embargo, las alfombras están hechas principalmente de seda, algodón y lana y no son fáciles de conservar durante mucho tiempo. Por lo tanto, los tesoros de las alfombras existentes tienen sólo unos pocos cientos de años. Los patrones de las alfombras persas se tejen con tintes extraídos de plantas y minerales naturales y conservan su colorido después de muchos años. Por ejemplo, el famoso azul persa y el rojo persa no se han desvanecido después de cientos de años.

Los iraníes consideran las alfombras como reliquias familiares. Un amigo local dijo a los periodistas: "Para los iraníes, las alfombras caras son más preciosas que el oro y los diamantes". . Las alfombras evolucionaron gradualmente hasta convertirse en una forma de arte a medida que se integraron en la antigua civilización persa. Muchas pinturas, muebles y decoraciones de moda incorporan ahora la huella de las alfombras.

En Occidente, las alfombras iraníes incluso se consideran arte sobre el terreno, y muchos creen que no hay obra de arte que agregue más esplendor a un interior que las alfombras persas. Muchos palacios, edificios famosos, mansiones, galerías de arte y museos de todo el mundo coleccionan alfombras persas como tesoros.