Hoy un monje llamó a la puerta y dijo que era del templo Hanshan. ¿Invitó a 99 personas destinadas a grabar sus nombres en la tabla de piedra?
Puedo resolver este problema con mi mano baja.
Mi respuesta es: Te has encontrado con un mentiroso.
Pero el coeficiente intelectual del mentiroso es relativamente bajo y no te engañó.
Cualquiera con un poco de conocimiento sobre el budismo llegará a esta conclusión.
Lo que dice o hace un mentiroso no tiene nada que ver con el budismo.
En este caso, sólo necesitas unas sencillas preguntas budistas para acabar con el estafador.
Solo así se podrá revelar el verdadero rostro.
Me he encontrado con una situación similar, pero el estafador no sabía quién era yo.
Le pregunté: ¿Qué clásicos estudias en las clases de la mañana y de la tarde?
Respuesta: Causa y efecto.
Pregunté: ¿Tiene el budismo una conexión causal?
Respuesta: Recitamos el Mantra de la Gran Compasión.
Pregunté: ¿Cuál es la primera frase del Mantra de la Gran Compasión?
Respuesta: Mami, mami.
Pregunté: ¿Lees así todas las mañanas y todas las noches?
La otra parte no respondió y se escapó.