¿Cómo recuerda el cerebro humano algo y no lo olvida?
Nuestro cerebro es la sede. No puede funcionar solo. Requiere varios órganos del cuerpo para recopilar y transmitir información al cerebro. El cerebro es como una computadora en la que se pueden construir varias formas, y todos los órganos resumen lo que ven, oyen y tocan en la sede. La sede está construyendo un archivo colectivo para clasificar y archivar todos los datos y recordarlos y transmitirlos repetidamente para que siempre recordemos lo que nos envía nuestro cerebro. 2. Repetir el recuerdo, revisar el pasado y aprender lo nuevo.
Cuando queremos recordar algo, lo seguimos repitiendo, y las cosas íntimas siempre serán recordadas por nosotros y serán recordadas para siempre. El cerebro es el lugar que nos ayuda a archivar y acumular información. Cuando una madre da a luz a un niño en el cuerpo de la madre, la inteligencia del niño es máxima durante el período embrionario, hasta que nace el niño, hasta que cumple un año, la capacidad cerebral del niño es muy poderosa, y luego, cuando crece. Después de levantarse, va a la escuela y se casa. El recuerdo en su mente se desvanecerá gradualmente. Después de los 45 años, la memoria del cerebro disminuye gradualmente. En este momento, debemos pensar en algunas formas que nos ayuden a preservar nuestros recuerdos. Un amigo memoriza poemas antiguos y lee artículos todos los días. Se añade algunas tareas para evitar que envejezcamos prematuramente. Creo que se mantuvo así durante muchos años y creo que este enfoque fue muy beneficioso. Ahora, muchas personas mayores temen que su cerebelo se encoja, porque muchas personas mayores eran muy inteligentes cuando eran jóvenes y, una vez que envejecen, son propensas a la demencia. Esto se debe a que la memoria del cerebro está disminuyendo y la capacidad del cerebro es demasiado pequeña, por lo que debemos rehacer el sistema. Por eso en estos momentos es necesario ayudar a las personas mayores a retener esos recuerdos felices que no conviene recordar, lo que también es beneficioso para la salud de nuestro cerebro. Nosotros, los jóvenes, también deberíamos invertir en nuestra atención sanitaria futura, es decir, aprender a vivir felices, conservar a los que pueden quedarse y deshacernos de los que deberían ser olvidados. Esta es la vida que deberíamos vivir.