La vida es como el sabor del té, los altibajos son evidentes.
Una taza de té lleva la cálida fragancia del tiempo. Debido a que el tiempo es precioso, tiene muchos sabores de té diferentes.
El tiempo es como el té, una simple taza nos deja un regusto interminable.
La vida es como el té preparado en primavera, fresco y distante, elegante y fragante.
En cualquier momento, tengo una taza de té aromático en la mano y mi corazón es tan simple como el té.
Cuando la tetera cante en la estufa, cuando el vapor en la tetera hierva, prepare una taza de té verde.
No quiero perderme la forma en que cada hoja rueda en el agua hirviendo. Le presté atención durante mucho tiempo y mi corazón se quedó en silencio inconscientemente.
Beber té no es más que dos acciones, coger y dejar.
La vida es como el sabor del té, los altibajos son evidentes.
El té tiene memoria, registrando las historias del tiempo entre apretados nudos.
Las hojas de té enrolladas por el agua hirviendo se hunden lentamente hasta el fondo de la taza, liberando un leve aroma a té. El té puede parecer ligero, pero aguanta todo tipo de calor y frío.