La historia del cerdo y el lobo en "Las fábulas de Esopo"
Ese día, el lobo estaba pensando en una manera. Pensó durante mucho tiempo y finalmente se le ocurrió una buena idea. A la mañana siguiente, después del desayuno, el lobo llegó a la puerta de la casa del cerdo y le dijo: "Querido cerdo, déjame darte una buena noticia. No muy lejos de tu casa hay un campo de rábanos. Hay muchos grandes y campos de rábanos gordos en el campo. ¿Vamos a juntar algunos rábanos mañana a la una? El cerdito volvió a pensar: ¿Cómo podía ser tan bondadoso el lobo? Deben estar intentando comerme, no me dejaré engañar. El cerdito pensó en un plan y dijo: "Está bien, lo sacaremos mañana y serán las 8 en punto".
A la mañana siguiente, el cerdito se levantó a las 6 en punto. Tomó la canasta, sacó los rábanos y se fue a casa.
Cuando el lobo aulló, el cerdo le dijo al lobo: "Gracias, señor Lobo. Saqué muchos rábanos, suficientes para comer durante un mes". , se fue enojado.
Una semana después, el lobo volvió a hacer lo mismo. Fue directamente a la casa del cerdo y le dijo al cerdo: "Querido cerdo, déjame darte buenas noticias. Hay un manzano no muy lejos de tu casa. Las manzanas allí son grandes, rojas y deliciosas. Vayamos juntos mañana por la mañana. Ve a recoger manzanas". El cerdo dijo: "No he terminado la bolsa de manzanas que el señor Lobo le dio al conejito blanco la última vez. Es el manzano que mencionaste". Después de escuchar esto, el lobo se alejó desesperado. .
El lobo todavía no quiere. Por la noche, el lobo trepó al tejado y quiso bajar por la chimenea hasta la casa del cerdo. Desafortunadamente, el cerdo estaba hirviendo agua y el lobo cayó accidentalmente al agua y se quemó. A partir de entonces, el cerdito vivió una vida feliz.