Imita un artículo con el tema "Prueba los clásicos rojos y escribe una vida maravillosa".
En Hongyan, admiro más a la hermana Jiang Xueqin Jiang. No mucho después del comienzo de "Red Rock", la imagen de acero de Jiang Jie ya estaba establecida en mi mente. Cuando supo que su marido había fallecido, no se volvió vulnerable ante la cruel realidad como una mujer común y corriente. Se secó las lágrimas y se puso de nuevo de pie, porque sabía que la orden que le había encomendado el productor había cumplido. Aún no se ha completado, quiere renunciar a su familia por todos. Durante su vida en la prisión de Zhazidong, todavía vestía el cheongsam azul y siempre saludaba a todos con la cara limpia. Mientras sus enemigos la torturaban, ella no reveló ningún secreto del partido. Cuando el enemigo le clavó los dedos con palos de bambú, ella dijo con firmeza: "La tortura es una prueba demasiado pequeña. Los palos de bambú están hechos de bambú y la voluntad que produce los miembros del partido está hecha de acero. Finalmente, la hermana Jiang estaba a punto de morir". , y ella les dijo: No lloréis todos.
Frente a estos respetados camaradas de armas, el Kuomintang sólo pudo infligirles tortura física, pero no pudo sacudir sus espíritus. En la vida real me siento culpable delante de ellos. Cada vez que me encuentro con un pequeño revés, pienso en rendirme. Después de ver a Hongyan, sé que cuanto más difícil es el camino y más ardua la tarea, más decididos debemos estar.
“Las estrellas de la mañana brillan, dando la bienvenida al amanecer. Los pájaros pelean en el bosque y el cielo está a punto de romperse. En el horizonte oriental, aparece gradualmente una luz roja que brilla en el verde río Jialing. , el cielo azul, el cielo sin nubes, hermoso "En el resplandor de la mañana, se emiten varios rayos de luz". Esta es la descripción de Hongyan del amanecer de la fundación de la Nueva China. Esta vibrante escena se obtuvo con la sangre de innumerables soldados. La roca roja fue teñida de rojo con sangre y condujo a la vida feliz de hoy. ¡Debemos valorar nuestra vida feliz ahora y nunca olvidar a esos grandes soldados y mantenerlos en nuestros corazones!