Colección de citas famosas - Colección de máximas - Escribe un ensayo de 400 palabras titulado "El lado inusual"

Escribe un ensayo de 400 palabras titulado "El lado inusual"

Hablando de experiencia, en el camino lleno de baches de la vida, hay muchos obstáculos que bloquean mi progreso. Tengo que pasar por todo tipo de dificultades para demostrar mi valor y mi noble significado.

La experiencia es la experiencia de las personas que viven en el mundo. Una experiencia inusual moldeará la vida de una persona.

De repente una niña pequeña se cayó y todos los demás corrieron a ayudarla a levantarse con cuidado.

Al ver esto, de repente me vinieron a la mente palabras como "civilización" y "educado". Lo que siguió fue el recuerdo de aquel verano de hace dos años.

Era un día muy bochornoso. Los grandes árboles al lado del camino bloqueaban ligeramente la fuerte luz y proyectaban escasas sombras. Llevo mucho tiempo esperando el autobús junto al andén. A causa del sudor, tenía la espalda húmeda y me picó un mosquito. Quise quitarme una mano para agarrarla.

Después de mucho tiempo, el autobús llegó lentamente.

Después de subir me sentí aún más incómodo porque adentro había mucha gente. Después de un rato, una tía que sostenía a un niño se acercó de repente y se paró frente a mí. Miré al chico a su lado por el rabillo del ojo. Él miró a mi tía y continuó disfrutando del paisaje fuera de la ventana sin ninguna intención de ceder su asiento. De repente una gota de líquido tibio cayó sobre mi mano. Era el sudor de la tía. Sostenía al niño con una mano y con la otra se agarraba a la barandilla.

Su cara estaba roja y su cuerpo temblaba constantemente con el auto.

Muchas personas estaban sentadas con ropa bien vestida, como si no hubieran visto a la tía. Después de otro minuto, finalmente no pude evitarlo más y le susurré al niño que estaba al lado de mi tía: "Hola, ¿puedes darme un asiento para esta tía? No le conviene sostener al niño". Al levantarme, vi un rastro de disgusto en su rostro. La tía dijo "gracias".

No le hablé enojado al chico, no porque fuera racional, sino porque en ese momento no tenía el capital. Es como si una persona que dice mentiras no tuviera derecho a acusar a otros de mentir. Antes de esto, no era una persona que supiera considerar a los demás. En el autobús, no soy un estudiante que cedería mi asiento a otros.

El verano de hace dos años fue inusual y me enseñó mucho.