Codicia y deseo humanos

La avaricia y el deseo humanos son como una semilla, que comienza a crecer sin sentido cuando las multitudes en el mercado nocturno están en silencio.

La codicia y el deseo humanos impulsan el progreso y el cambio, y no hay duda de que debemos soportar una presión inmensa.

La gente se pierde en la avaricia y el deseo, persistiendo en el entumecimiento y la decadencia, anhelando sólo más oscuridad y crueldad para borrar la repugnante y deslumbrante luz.

La codicia y el deseo son como encender un fuego en la palma de nuestra mano, queriendo siempre tirárselo a los demás, pero al final quemarnos nosotros mismos.

Hice lo mejor que pude pero solo tuve lo suficiente para sobrevivir. No te atrevas a esperar lo más mínimo. La codicia y el deseo humanos son, en última instancia, un gran fracaso. Crece silenciosamente en esta tierra árida. Nunca sentí que merecía estar vivo. Pero no perdió la esperanza de vivir otra vida. Sólo desearía poder vivir sin arrepentimientos. Excepto la vida y la muerte. Todo lo demás es trivial.

Algunas personas siempre dicen que razón y deseo son opuestos, pero no es así. Los seres humanos utilizarán su propia razón para reprimir los deseos y satisfacerlos al mismo tiempo. Al igual que restringir la codicia cuando se utiliza la razón para obtener riqueza, protegiendo así los propios intereses. En última instancia, la razón puede ser simplemente el producto del conflicto entre deseo y deseo.

Lo que la mayoría de la gente llama una buena vida se basa en el deseo codicioso y el autoengaño basado en obtener algo a cambio de nada debido a la pobreza de pensamiento.

Hay dos cosas en el mundo que son más difíciles de llenar; el mar y el deseo. Si el mar no se puede llenar, refleja su tolerancia, tamaño y profundidad; si el deseo no se puede llenar, refleja; avaricia y fealdad humana.

Lo que el dolor y los obstáculos pueden frenar es en realidad la codicia y el deseo internos de las personas. La tranquilidad no tiene límites. Sólo la tranquilidad puede producir la llamada verdadera sabiduría y fuerza. El dolor no es más que caos y agitación internos.

¡La vida nos enseña a ser agradecidos con todo el que no nos hace daño, en lugar de dejar que lastimemos a todo aquel que se preocupa por nosotros! ¡Vivir no significa perseguir la belleza, sino hacer todo lo posible para descubrir la belleza que te rodea! ¡No pierdas el corazón por tu avaricia y deseo! Cuando hayas llegado lejos, mira hacia atrás y mira si te has perdido algo...

Todas las cosas deben morir después del nacimiento, es una ley natural, no hay necesidad de sentirse triste. La llamada desgana y preocupación no son más que avaricia y deseo humanos. Sabemos que todos vienen a este mundo desnudos, y cuando se van, ¡también se van con las manos vacías! Ésta es la única justicia de Dios para con los mortales.