Composición poética "Date la vuelta y verás"
Esto es amor...
La noche fue larga y silenciosa, las luces de la calle hacía tiempo que se habían apagado, dejando solo un callejón sin vida. Bajo la tenue luz, sigo escribiendo. Deja de escribir, levántate y camina hacia el alféizar de la ventana. La brillante luz de la luna llenó el alféizar de la ventana, como si estuviera cubierta con ropa plateada. Las estrellas titilaban traviesamente, emitiendo una luz suave, y acompañadas de la luna decoraban el vasto cielo. Parecían estar susurrando y jugando. Bajé la cabeza, suspiré y regresé al escritorio en silencio, sin querer abrir los libros densamente empaquetados, que me pesaban como piedras pesadas. Cuanto más intentaba alejarme, más pesados se volvían. Me acosté desesperado en el escritorio, mirando las manecillas del despertador, y el tictac de caminar seguía permaneciendo en mis oídos. Cuánto anhelo que sea mi canción de cuna que me pueda dormir.
A altas horas de la noche, unas ráfagas de viento entraron por las rendijas de la ventana y no pude evitar estremecerme. Entonces se abrió la puerta...
Mamá entró con una taza de agua caliente y la puso sobre la mesa. Caminó lentamente hacia el alféizar de la ventana y la cerró. Ella dijo en voz baja: "La luna es hermosa esta noche y el viento es fuerte. Por favor, tenga cuidado de no resfriarse". Dije "oh" con tono aburrido. Ella no dijo mucho, me dejó beber el agua, luego se dio la vuelta y se fue. Me di vuelta y la brillante luz de la luna pareció darme una fuerza infinita. Miré hacia arriba y descubrí que las estrellas en realidad no estaban muy lejos de mí. Me iluminaron suavemente y me sonrieron. En este momento...
Aunque todo esté dormido, aunque solo haya el viento frío como compañía, habrá una suave luz de las estrellas que te acompañará durante la larga noche. Cogí la humeante taza de agua hirviendo pero no la bebí. Fue una sensación cálida, como una corriente cálida que se extendió por todo mi cuerpo al instante. Tan pronto como me di la vuelta, me llené de energía, abrí el libro y comencé a estudiar seriamente de nuevo.
Las estrellas me guían en la dirección del progreso, y el calor de la familia nos llama a seguir adelante. Al darse la vuelta, todo es realmente tan hermoso.
Aunque la noche sea larga y solitaria, con el brillo del amor, saldrás de la noche y hacia el otro lado de la luz.
Date la vuelta, creo firmemente que tu felicidad está justo delante de ti.