Un poema de cinco caracteres con el tema de la limpieza.
Por la tarde, los alumnos vinieron con sus propias herramientas de trabajo. Tan pronto como comenzó el tercer período, el Maestro Gao entró y anunció: Limpieza - comienzo, un grupo es responsable del alféizar de la ventana, el segundo grupo es responsable del piso, el tercer grupo... Después de la división del trabajo entre cada grupo. Está claro, comienza oficialmente la limpieza general.
Cuando llegamos al baño, también estaba un desastre. El suelo estaba lleno de agua maloliente y la salida de agua estaba bloqueada por mucho barro. Quizás fue la última clase de arte, donde todos usaban arcilla para hacer esculturas de arcilla. ¡Me temo que algún compañero incivilizado arrojó este barro! Simplemente saqué la salida de agua, tomé un balde de agua y regresé al salón de clases.
En ese momento, el salón de clases estaba ruidoso y ruidoso, retorciéndose formando una bola como giros. Los estudiantes limpiaron las ventanas con entusiasmo una y otra vez, y finalmente las limpiaron con periódicos, como si quisieran dejar el vidrio impecable; los estudiantes que limpiaron las paredes parecían tener rencor contra la pared e insistieron en limpiarla; De vez en cuando llegaban gritos y risas en el salón de clases. Los estudiantes charlaban mientras trabajaban, agregando un poco de diversión al animado salón de clases.
El trabajo de limpieza más agotador es lavar los suelos de nuestro grupo. El piso y las paredes de las ventanas son diferentes, porque están bajo nuestros pies todos los días, por lo que no se menciona la basura. La clave es que algunos estudiantes escupen por todas partes. Los miembros de nuestro grupo trabajaron muy duro y nadie dijo una palabra. No basta con utilizar agua limpia. Mojamos un trapo en un poco de agua con detergente y frotamos vigorosamente el suelo. Después de un tiempo, un recipiente con agua se volvió negro y varios recipientes con agua clara se cambiaron de un lado a otro. ¡Qué sucio! Ya es muy difícil ahora, ¿por qué no prestar atención a la higiene desde el principio? Trapea, trapea, trapea y finalmente seca el piso con un trapeador.
Gracias al esfuerzo conjunto de todos, finalmente limpiamos el salón de clases. Los estudiantes estaban tan cansados que sudaban profusamente. Al mirar el nuevo salón de clases, todos quedaron atónitos y casi irreconocibles. Las ventanas son tan transparentes que resultan invisibles, la pintura de las paredes es más verde y deslumbrante, los suelos brillan... Estudiando en un ambiente tan fresco, una ligera fragancia nos acompaña.