La vida no es tan buena como el campo de batalla. El ataque no es la única mejor estrategia, ¿verdad?
Tiene sentido, pero no del todo cierto.
En primer lugar, en el campo de batalla, atacar no es la única mejor estrategia. A veces, retroceder para avanzar puede conducir a una victoria inesperada, o incluso a derrotar a más con menos. Por ejemplo, la retirada de Jin Wengong y el plan de Sun Bin para reducir el número de cocinas se basaron en la retirada. Cuando no hay fuerzas suficientes o condiciones insuficientes en el campo de batalla, también es la mejor política retirarse en lugar de atacar.
En segundo lugar, la vida es a menudo como un campo de batalla. Cuando nos enfrentamos a muchos acontecimientos importantes, la presión que enfrentamos no es menor que la del campo de batalla. Como al realizar el examen de ingreso a la universidad, elegir escuela, conseguir trabajo, enfrentar diversas tentaciones o dificultades, etc.
Además, aunque hay momentos en el campo de batalla en los que es mejor retroceder que avanzar, también hay momentos en los que uno tiene que atreverse al sacrificio. Puede que en la vida haya margen para la regresión, pero también hay momentos en los que hay que afrontar la realidad.