Escribir un ensayo sobre el tema del último día de vida.
Si hoy es el último día de mi vida, ¿cómo debo utilizar este último y más preciado día? En primer lugar, ya no suspiro por las desgracias de ayer: el fracaso que la Juventus llama "remontada clásica" es frustrante, y el hecho de que la Copa de Oro esté justo frente a ti pero a una distancia intocable es desgarrador... Pero, ¿El tiempo retrocederá? ¿Saldrá el sol por el oeste y se pondrá por el este? ¿Puedes repetir ayer? ¡no puedo! El pasado se fue para siempre, ya no pienso en ello.
¿Qué debo hacer si hoy es el último día de mi vida? Olvida el ayer y no te preocupes por el mañana. El mañana es una incógnita. Sólo pensar en marcar mañana hará que la oportunidad de hoy se desperdicie. Mientras esperaban con ansias la victoria de hoy, el público ya se había dispersado. ¿Cómo pueden caber las monedas de oro del mañana en el bolsillo de hoy? Ya no pienso en cómo la pérdida de mañana puede eclipsar la risa de hoy.
Si hoy es el último día de mi vida, este es mi único día, la eternidad de la realidad. Quiero tumbarme en el césped del Bernabéu de Santiago y sentir la alegría de marcar y las lágrimas de la decepción. Quiero mirar al cielo azul, levantar la cabeza, ver las estrellas del Bernabéu bajo el cielo estrellado del Estadio Bernabéu y sentir el brillo del "Teatro de los Sueños" donde brillan las estrellas. Soy la persona más afortunada de hoy. el tiempo es una recompensa extra.
Si hoy es el último día de mi vida, no dejaré que el hoy pase en vano, y no volveré a la última página de esta vida. Quiero ponerme una camiseta del Real Madrid y animar el ataque del Real Madrid en las gradas abarrotadas. Tengo que retener cada imagen con mis ojos y experimentar cada detalle con mi corazón. No puedo calcular el valor de cada segundo. Son regalos que no tienen precio.
Si hoy fuera el último día de mi vida, esperaría en la puerta del estadio y les diría en español cuánto los amo. Ya no seré reservado ni tacaño con mis palabras cálidas, porque mañana no podré dar, y no habrá quien lo reciba.
Si hoy fuera el último día de mi vida, personalmente vestiría la camiseta blanca del Real Madrid. Quiero probar la paella madrileña con mi propia boca y quiero tocar cada trofeo del Real Madrid con mis propias manos.
Si hoy es el último día de mi vida...
Si no, me arrodillaré ante Dios y le expresaré mi profundo agradecimiento.