Un ensayo sobre el amor comienza con una cita famosa.
El amor familiar es como una señal de tráfico en la confusión, que te guía en el camino a seguir; la familia es como una lámpara que ilumina la vida que debes llevar; el amor familiar es como una taza de té, que puede; calienta tu corazón.
Mi madre es una mujer normal, pero en su vida normal vi su lado extraordinario.
Recuerdo que cuando estaba en primer grado de primaria, mis compañeros y yo estábamos jugando en el patio de recreo. De repente, pareció que una fuerza me empujaba hacia abajo y mi barbilla chocó contra una piedra. Mis compañeros me enviaron a la enfermería y la maestra me dijo que fuera al hospital y me dieran unos puntos.
Después de escuchar la noticia, mi madre dejó de lado sus tareas domésticas y corrió al hospital a "velocidad superligera".
En la cama del hospital, tenía mucho miedo. Vi al médico jugueteando con una aguja y, de repente, el miedo se convirtió en innumerables lágrimas que brotaban de mis ojos.
En ese momento, mi madre entró corriendo a la sala, me tomó de la mano y siguió consolándome y diciendo: "¡No tengas miedo, todo estará bien! Mamá está a tu lado y yo siempre estaré". ¡Estaré contigo!" Dejé de llorar. , me di la vuelta y miré a su madre a los ojos. Por primera vez descubrí que los ojos de mi madre eran tan grandes, tan brillantes y tan encantadores. Poco a poco me quedé dormido.
Solo recuerdo vagamente estar acostado sobre una espalda cálida y sólida. Se meció suavemente, como una cuna, pero no me despertó.
Cuando desperté, ya estaba acostado en una cama blanda en casa. En este momento, nunca olvidaré quién me puso una cucharada de néctar en la boca y quién alivió el dolor de mi herida con ojos cariñosos. Es ella, mi amada madre.
Aunque me hizo muchas preguntas, no las respondí. No quiero que mi voz rompa la tranquilidad de este momento. Estoy pensando, si el tiempo puede quedarse, que se quede en este momento.
Afuera de la ventana, las estrellas miran aquí con los ojos abiertos, y la luna ilumina con su luz más brillante esta cálida cabaña. Estaban callados y no parecían querer romper el silencio.
La familia es como la miel, que te da un dulce sabor; la familia es como un manantial claro en el desierto, que te ayuda cuando estás en problemas; la familia es como un barco que te lleva de viaje.
¡El amor familiar es un cielo despejado que no puede ser cubierto por nubes!
Creo que esto es bueno. ¿Puedo usar el paralelismo al principio?