El segundo Salmo advierte a las naciones que obedezcan al Ungido.
2. Los reyes del mundo se levantaron juntos, los ministros y los carniceros se reunieron en consejo para oponerse al Señor y a su ungido.
3. Dijiste: “Ciertamente romperemos sus cuerdas.”
4. Los que están sentados en los cielos se reirán, y el Señor se reirá de ellos.
5. Entonces los reprenderá en su ira y los atemorizará en su ira violenta.
6. Di: "He establecido a mi rey en mi santo monte Sión."
7. El ungido dijo: "Predicaré el decreto. El Señor ha dicho a. yo, tú eres mi hijo, yo te he parido hoy.
8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones, y por tu tierra los confines.
9 Los quebrantarás con vara de hierro, los desmenuzarás como vasijas de alfarero”
10 Ahora bien, reyes, vosotros reyes debéis daros cuenta de que vosotros, los jueces de. el mundo.
11. Servid al Señor con temor y alegraos con temblor.
12. Besa a tu padre y a tu madre, no sea que perezcas en la Palabra en su ira, porque su ira estallará. Bienaventurados los que se refugian en Él.