Apreciar el amor de Shakespeare es el faro eterno
Shakespeare (Reino Unido)
Nunca admitiré la unión de dos corazones.
Habrá obstáculos; el amor no es amor verdadero,
Si giras la rueda en cuanto ves que alguien cambia,
o te das la vuelta y Vete cuando veas a alguien más.
¡Ay, nunca! El amor es la eterna lámpara de la torre,
Mira fijamente la tormenta, pero es indiferente;
El amor es una estrella más, que guía la barca perdida.
Se puede medir su altura, pero su valor es infinito.
El amor no se deja afectar por el tiempo, aunque sea bonito.
Y los dientes blancos inevitablemente sufrirán la mano del tiempo.
El amor no cambiará con los cambios del momento,
Se mantendrá erguido hasta el final; .
Si lo que digo está mal y se demuestra que es incorrecto,
Nadie me ama realmente, incluso si no escribo poesía.
(Traducción de Liang)
Para el amor, Shakespeare buscó la sinceridad y la firmeza. Elogió la lealtad y la firmeza entre los amantes en muchos poemas. Él cree que no importa los obstáculos y giros que encuentre, no importa si la otra parte ha vacilado o vacilado, el amor verdadero siempre será devoto, dedicado e inmutable. Su "Soneto No. 116" es una de las obras representativas. Utiliza metáforas ricas, tono firme y lenguaje conciso para expresar este ideal de amor de manera tan vívida y perfecta.
Al inicio del poema, declara en tono firme su creencia: nunca habrá obstáculos para la unión de dos corazones. Su significado positivo es: el amor verdadero puede soportar cualquier dificultad y permanece inquebrantable. En las dos frases siguientes, el poeta vuelve a confirmar su creencia en un tono negativo, eliminando suposiciones y excepciones, indicando que el amor que cambia de corazón al encontrar giros y vueltas no es amor verdadero. En estos cuatro poemas, el poeta utiliza el tono negativo y la repetición para expresar un tono firme para mostrar el carácter absoluto de sus creencias. Entre líneas, hay una especie de desprecio e indignación hacia las personas que son indiferentes al amor. Todo empezó tan repentina y rápidamente que no hubo lugar a discusión. El poeta parece estar discutiendo con alguien. Es probable que la otra persona sea una persona escéptica sobre la solidez del amor. Su razón no es más que el hecho de que una de las partes cambia su intención original durante la relación, lo cual es un fenómeno común. Esta visión enfureció al poeta. De repente arrebató las cuatro frases anteriores antes de que la otra persona terminara de hablar, dejándola atónita y sin palabras.
La quinta frase comienza con "¡Oh, nunca!" En definitiva, vuelve a enfatizar el tono y al mismo tiempo conecta los cuatro poemas anteriores y siguientes. Estas cuatro frases tienen un fuerte significado lírico. En comparación con las primeras cuatro frases, el tono es tranquilizador. El poeta parece darse cuenta de que fue demasiado brusco en este momento y quiere decirle la verdad a la otra parte con tacto, utilizando una analogía. Estos cuatro poemas contienen dos metáforas vívidas y profundas. La primera metáfora dice: "El amor es una torre de luz eterna" que nunca flaquea ante las tormentas. La segunda metáfora es "El amor es la estrella que guía el barco perdido". Pase lo que pase, no cambiará de posición. Estas dos metáforas tienen significados duales, uno es la propia firmeza y el otro es la guía para los perdidos. Sin duda, los escritos de Shakespeare recuerdan a las personas que el amor verdadero no sólo es firme y eterno, sino que también puede guiar a las personas a través de giros y vueltas, superar obstáculos y lograr la unión de dos corazones.
En las frases novena a duodécima, el poeta lleva esta visión ideal del amor un paso más allá. Si las primeras ocho oraciones tratan de cómo el amor firme resiste los giros y vueltas, entonces estas cuatro oraciones tratan de cómo el amor puede superar la prueba del tiempo. Shakespeare cree que el tiempo es despiadado y la belleza envejece fácilmente. Esta es una ley objetiva inevitable, pero el tiempo no puede destruir el amor leal; las estrellas se mueven y el tiempo pasa, pero el amor dura para siempre, coexistiendo con el sol y la luna y manteniendo su hermosa juventud. para siempre.
Las ocho frases anteriores son vívidas y concisas, y se puede decir que son excelentes proverbios de amor. Cuando se escribió el poema aquí, el poema quedó limpio y las dos últimas oraciones del poema ya no se podían escribir con la conclusión aforística habitual. Por eso, el poeta cambió hábilmente su tono de burla. Desde otra perspectiva, en realidad declaró con más firmeza que todo lo que decía era la verdad inquebrantable.
Porque si estas palabras son incorrectas, entonces no hay amor verdadero en el mundo.