Hay tantos jefes en Shanghai, ¿por qué la gente nunca olvida a Du Yuesheng?
¿Por qué Du Yuesheng pudo convertirse de un gángster en un emperador nativo de Shanghai? Las razones son complicadas. Aquí está la propia lucha de Du Yuesheng, pero también el trasfondo de la época. Pero es fácil decirlo simple. En el análisis final, Du Yuesheng vivió hasta seis palabras en su vida: "Ten la habilidad, pero no tengas temperamento".
A menudo decía: Las personas de primera clase tienen habilidad pero no tienen temperamento; -La gente de clase tiene capacidad pero tiene temperamento; la última clase de personas es incompetente y tiene mal genio. En ese momento, los conductores de rickshaw y la clase de camisetas cortas en Shanghai también gritaron el lema "Sé como el Sr. Du".
Du Yuesheng sabe cómo ser una buena persona. Este es el sentimiento que comparten todos los que han tratado con él.
Como todos sabemos, hay tres magnates en Shanghai, uno es Du Yuesheng y los otros dos son Huang Huangrong y Zhang Xiaolin. En ese momento, la gente describía vívidamente a estas tres personas: "Huang Huangrong es codicioso de dinero, Zhang Xiaolin es bueno peleando y Du Yuesheng es bueno siendo una buena persona". Du Yuesheng solía decir: "Puedes ser una buena persona si eres analfabeto, pero no puedes ser una buena persona si no eres sensato". Esto demuestra que concede gran importancia a "ser una buena persona".
Du Yuesheng tiene un amplio círculo de amigos en Shanghai. Independientemente de si eran veteranos de la dinastía Qing o patriotas revolucionarios, caudillos, políticos o celebridades, hijos de funcionarios de alto rango o literatos, los trataba con gran cortesía y hacía todo lo posible para hacer amigos.
Li Yuanhong, Zhang Taiyan, Yang Du, etc. fueron todos sus invitados. Cuando Dai Li, el líder del espía de la reunificación militar del Kuomintang, estaba en su punto más bajo y sin un centavo, fue Du Yuesheng quien lo rescató, por lo que Dai Li estuvo agradecido con Du Yuesheng por el resto de su vida.
Otra historia que circuló ampliamente es que cuando Du Yuesheng estuvo gravemente enfermo en sus últimos años, sacó varios pagarés que otros le habían escrito a lo largo de los años y los quemó. Uno de ellos son docenas de grandes lingotes de oro. Les dijo a sus hijos: "No quiero que andéis pidiendo deudas después de mi muerte".
Es raro que una figura en el mundo tenga tal comprensión.