La oración que describe el paisaje en "Huanxisha" es——
Hay dos poemas
1. Describe el paisaje: los capullos de las orquídeas están empapados en el arroyo al pie de la montaña y el camino arenoso entre los pinos está limpio de barro. Xiaoxiao Yuzigui llora al anochecer.
Palabras originales: Los capullos de orquídeas al pie de la montaña están empapados en el arroyo y el camino arenoso entre los pinos está libre de barro. Xiaoxiao Yuzigui llora al anochecer. ¿Quién dijo que en la vida no hay menos? ¡El agua que fluye frente a la puerta todavía puede fluir hacia el oeste! Deja de cantar gallina amarilla con pelo blanco.
Traducción: Los capullos de las orquídeas al pie de la montaña están empapados en el arroyo, los caminos entre los bosques de pinos están limpios de arena y barro, y los cucos cantan bajo la llovizna vespertina. ¿Quién dice que nunca podrás volver a ser joven cuando seas viejo? ¡El agua que corre frente a la puerta todavía puede correr hacia el oeste! No hay necesidad de preocuparse por el pelo blanco ni por cantar el pollo amarillo.
2. Describe el paisaje: el crujido de la ropa y la caída de las flores de los dátiles, y el sonido de las ruedas girando en el sur y el norte del pueblo. Niu Yigu Liu vende pepinos.
Palabras originales: El susurro de la ropa y las toallas caen con flores de azufaifa, y el sonido de las ruedas girando se escucha en el sur y en el norte del pueblo. Niu Yigu Liu vende pepinos.
Cuando estás cansado y con sueño después de un largo viaje, todavía tienes sed y anhelas tomar un té. Llama a la puerta y pregunta a los salvajes.
La primera película describe la escena, la segunda película es lírica. La escena descrita en este poema no es un cuadro unificado formado habitualmente a través de imágenes visuales, sino un conjunto de escenas continuas reflejadas en la pantalla de la conciencia del poeta a través de los diversos sonidos transmitidos a los tímpanos.
Traducción: La ropa y las bufandas susurran con el viento, y las flores de dátiles caen con el viento. Los sonidos de los vehículos de represión sonaban desde los extremos norte y sur de la aldea, y granjeros vestidos con ropa sencilla vendían pepinos. El viaje fue largo, la borrachera estaba en mi mente, me sentía mareado y solo quería tomar una siesta. El sol brillaba intensamente y yo tenía una sed irremediable. Entonces llamé a la puerta de la casa de un aldeano y le pregunté si podía darle un tazón de té.